¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?

Selin y su misión

Cuando ya pensaba que no iba a volver, la veo regresar con materiales de los árboles. Hojas grandes y lianas.

Me pongo a observar cómo con gran maestría usa sus habilidades manuales para tejer un taparrabos que me ofrece antes de darse la vuelta para que me lo ponga.

Se siente cómodo y fresquito... Bien. Acabo de aparecer en este mundo y lo único que tengo es un taparrabos y un cuaderno... al menos no he empezado con deudas.

- Gracias.

- No es nada... - dice dándose la vuelta con recelo.

Realmente es un alivio poder estar tapado ahí abajo. Es como ir a la piscina. Y ahora tengo una preciosidad delante de mí y no sé muy bien qué decir.

- ¿Cómo ha podido apresarte un slime? Son tan lentos que no alcanzarían ni a una tortuga. – me explica.

En serio, no me estás ayudando nada. Si ya estaba avergonzado por la situación ahora me siento realmente estúpido. Como le diga que me acerqué voluntariamente y le golpeé se va a reír de mí.

- Verás... no lo había visto... me sorprendió... - intenté mentir.

- Estabas al pie de la montaña donde no había árboles. – me rebatió.

- Me sorprendió porque estaba escalando la montaña...

- Esta zona de la montaña es lisa y totalmente vertical, es imposible escalar.

¡¿En serio?! ¡Para ya! ¿Todas las malditas casualidades se tenían que dar en la misma zona? No se me ocurre nada más que decirle.

- Le golpeaste, ¿verdad? – me dice la mujer.

Agacho la cabeza.

- Sí... - digo casi en murmullo.

- Y luego le diste una patada... - noto cómo su mirada de desdén se clava en mi cabeza como una flecha - ¿por qué?

Me quiero morir. Habría preferido que ese slime me hubiese comido a pasar por semejante vergüenza...

- Pensé que mi fuerza lo partiría por la mitad...

- ¿Tu fuerza? ¿Tan sobrevalorado te crees? A un slime no se le puede vencer con fuerza. Rayos... - parece mi madre echándome una reprimenda. – Déjame ver.

Alzo la mirada sin alzar del todo la cabeza y veo que nuevamente está sorprendida, pero esta vez sin que sus mejillas se sonrojen.

- Fuerza SS, Constitución S, Agilidad S+, Destreza SS, Percepción A+... por lo que veo no eres muy inteligente - Córtate un poco, ¿no crees? - pero esos atributos... ¿Quién demonios eres?

Soy un humano que ha muerto en su mundo y un dios de este mundo llamado Némesis me ha devuelto a la vida en el cuerpo de un elfo odiado por todas las razas para desempeñar la misión más importante de mi vida, donde tengo que encontrar el origen de lo que se conoce como "maldiciones". La verdad, ante todo.

- Perdí la memoria. – afirmé.

Obviamente era sarcasmo. ¡No estoy tan loco como para cavar mi propia tumba otra vez! He usado el recurso más utilizado cuando un héroe legendario comienza su aventura a nivel uno; y el más efectivo.

- Desperté en este bosque con solo esa ropa... - continué esa mentira que me salvaba de ser un completo inútil. – No recuerdo quién soy.

- Uhm... Ya veo. Me llamo Selin. – me extiende la mano.

- Yo soy Kioshi. – Le agarro la mano y se la estrecho.