¿Un mundo de fantasía sin un Rey demonio?

La escuela del pueblo

¡¡AHH!! ¡Esto es malo!

¿Los niños que vi cuando noqueé a Kiara eran los alumnos de la escuela? Uhm... ¡Uhm...! Será mejor que descanse. Si da la casualidad que son ellos seguro que no me recuerdan cuando me presente vestido y acompañado por la pequeña Kiara y Selin. Sí... estoy seguro de que no sospecharán nada, apenas me vieron unos segundos.

Me despierto, me preparo y espero pacientemente a que todos se levanten... Tener que dormir menos es una maravilla, pero si tienes que convivir con gente que necesita dormir mucho más, se vuelve algo aburrido sin nada que hacer.

Cansado, me pongo a investigar la casa sin hacer el más mínimo ruido. En la planta de arriba tienen un estudio con unos pocos libros junto a lo que parece un pequeño laboratorio de alquimia ¿será donde Selin hace sus flechas?

Me pregunto cómo de difícil será hacerse con un libro en este mundo.

- "Bestiario primera parte" – leo en la portada.

Es una maravilla poder ver todo el interior de la casa con un poco de luz que entra desde fuera. La visión en la penumbra de los elfos es muy útil.

Abro el libro. Ay... creo que me sangran los ojos. Me cuesta entender lo que hay escrito por la mala caligrafía y las faltas de ortografía. Para ser una niña tan pequeña no está mal este libro. También veo que hay dibujos y están bastante bien, demasiado para su corta edad.

- Bastante útil, ¿verdad? - me dice Selin tras bostezar a mi espalda.

- Me cuesta entender lo que hay escrito, aunque los dibujos son buenos, que es esto, ¿un trabajo para clase? – comento pasando las hojas con curiosidad.

- ¿Ah? ¿Trabajo para clase?

- Sí, la letra y la ortografía es claramente la de una niña pequeña, aunque la calidad de los dibujos me sorprende que los haya hecho Kiara.

Se hace el silencio y comienzo a sentir un aura maligna justo a mi espalda...

Es agradable ver que las cosas se pueden aclarar en un instante. Estoy conversando pacíficamente en el salón con Selin mientras tomamos un té y a la vez esperamos a que mis chichones desaparezcan. El libro lo ha escrito ella y se siente tremendamente orgullosa de él.

Según ella está recabando información sobre muchos monstruos para usarlo y poder así derrotarlos más fácilmente. He de reconocer que se prepara las cosas; es valiente, es dedicada y bastante lista, pero su impulsividad y su falta de cautela la hacen un peligro.

Al fin nos vamos Kiara, Selin y yo. Mi primera impresión sobre la escuela fue terrible. La pequeña casa que usaban para dar clase era muy vieja; podía servir como escuela, pero aquello necesitaba una reforma inmediatamente.

El interior era idéntico a una casa, un pasillo nada más entrar y tres habitaciones. Estaba claro dónde estaban los niños. Se les escuchaba desde fuera.

Selin abre la puerta, pide permiso para que entre su hermana menor y, seguidamente me presenta como "el nuevo que viene a mirar".

A pesar de que son críos estoy un poco nervioso por sus reacciones y el de su maestra.

En el momento que entro se produce el silencio. Todos me están observando, analizando, y yo los miro y los analizo a ellos. Son los mismos... Dos niños y dos niñas de no más de seis años, Kiara y una chica de al menos doce años que no había visto antes. A mi derecha está la profesora; pelo recogido en una coleta, liso y negro; ojos marrones y grandes, un rostro bastante dulce y una buena delantera para su corta estatura.