Terminó el tratamiento y todo fue genial.
—¿Ves como no era nada?— me dijo Gavi —Que te asustas con nada— dijo con una sonrisa mientras subíamos a la planta de nuestra habitación.
Cuando llegamos a nuestra habitación vimos a mi hermano despierto, era normal, eran las una de la tarde, y también a Pedri con un chico más.
—Ferran tío— dijo dándole un abrazo y se pusieron a hablar entre ellos tres.
—¿Dónde estabas?— me preguntó mi hermano.
—Poniéndome el tratamiento—.
—¿Te lo has puesto ya?— dijo sorprendido —Y por qué no me has avisado— preguntó —hubiera ido contigo—.
—Porque no sabía que podía llevar a alguien y es que tu estabas dormido, entonces Carmen vino, Gavi se ofreció y pues le dije que sí—.
—Vale, pero la próxima vez despiértame—.
—Vale— reí.
—Bueno, mira— le dijo Gavi a Ferran mientras estiraba su brazo por los hombros de Ferran —ella es Sophia— me señaló —Y él Guillermo, su hermano—.
—Encantada— le di dos besos.
—Igualmente— respondió Ferran.
Mi hermano se levantó e hizo lo mismo que yo.
—¿Ya no quieres más fotos?— le pregunté a mi hermano mientras sonreía.
—No— pausó —Ya no más— dijo riéndose.
—Te has cansado ¿no?— le dijo Gavi.
—Sí, no se como vosotros no lo hacéis— dijo mi hermano tocándose el pelo.
Después nos pusimos los cinco a hablar. Ferran, Pedri y Gavi desde la cama de Gavi, y mi hermano y yo desde mi sitio. Más tarde vino Irene a la habitación a hablar conmigo.
—¿Qué tal?— entró dirigiéndose a mi súper feliz.
—Bastante bien— sonreí.
—¿Te has notado algo o todavía no?— preguntó.
—Todavía no— se me quitó la sonrisa.
—Bueno, en el caso de que no hayamos acertado no te desanimes, ya conseguiremos dar con eso— dijo poniéndome la mano en la pierna.
Un rato más tarde...
Mi hermano, Pedri y Ferran se fueron a comer a algún sitio, les estaban cogiendo el gusto. Gavi y yo nos quedamos arriba. Yo la verdad es que me encontraba muy mal, tenía mucha calor, estaba mareada y tenía ganas de vomitar. No tenía ganas de nada.—Tomad, aquí tenéis los dos— dijo una enfermera que no había venido nunca —Que aproveche—.
—Gracias— respondimos los dos.
Gavi abrió su comida y empezó a comérsela, yo sin embargo no la abrí y él se percató de eso.
—¿Por qué no comes?— preguntó.
—Me encuentro fatal— respondí.
—¿Qué te pasa?—.
—Que tengo ganas de vomitar— dije tocándome la frente —Siento que cualquier cosa que me coma la voy a echar, así que si quieres mi comida ahí la tienes — Gavi al escucharme decir eso se rió —¿De que te ríes?— pregunté.
—¿No te pone feliz verte así? Porque a mí si, te está dando reacción el tratamiento y eso significa que tus días aquí están contados—.
Cuando me puse el tratamiento, Carmen, a parte de decirme los efectos secundarios y prohibirme algunas cosas, también me dijo que tendría que venir durante una semana y ya me darían el alta. Pero dentro de seis meses tendré que volver para seguir amortiguando el tratamiento.
—Claro que me pone feliz que me este dando reacción pero es que eso no quita que me este encontrando mal—.
Después de eso me fui al baño y me puse de rodillas al lado de la taza del váter con el pelo cogido con una mano y la otra puesta en la taza del váter. Gavi al verme así se levantó enseguida.
—Ya enserio ¿llamo a alguien?—.
—No— dije tragando fuerte.
—¿Segura?— dijo cogiéndome él el pelo y se puso a mirar para otro lado por si acaso vomitaba, no verlo.
Y justamente ahí empecé a vomitar. Era algo súper desagradable tanto para él como para mí. Y más desagradable era verme a mi en esa situación con Gavi detrás y pensando en que los demás podrían venir en cualquier momento. Al cabo de unos minutos se me pasaron las ganas de vomitar y me levanté.
—¿Ya estás mejor?— dijo mirándome a mí. Yo tiré de la cisterna y me levanté.
—Algo mejor— respondí —Siento mucho que hayas tenido que ver esto, lo siento— me disculpé.
—Tranquila, estoy un poco acostumbrado, cuando salgo de fiesta si no soy yo el que termina así, es algún amigo mío que va conmigo—.
—No me hables de fiestas que me han prohibido el alcohol— dije saliendo por la puerta y salí antes que él.
—Cuando vengas conmigo de fiesta no te dejaré beber ni una gotita de alcohol— vaciló cogiéndome de los hombros.
—¿Quién te ha dicho que yo vaya a ir de fiesta contigo—.
—En algun lado nos tendremos que ver cuando salgamos de aquí ¿no?—.
—Pues no se como vamos a hablar si no tenemos ni nuestros números— respondí.
—¿Quieres que te lo dé?— preguntó.
—Pues claro, sino no te estaría diciendo eso—.
—Apunta seiscientos ochenta y... — empezó.
—Espérate que coja el móvil— me senté en la cama y cogí el móvil —Venga, dímelo—.
—Seiscientos ochenta y cinco— pausó — cero cuatro, cero uno— pausó otra vez —veintiuno— terminó —Mándame un mensaje—.
—Vale—.
¡Clinnnn!
—Ya está— sonreí.
—Pues listo— sonrió él también.
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(𝐍𝐨)𝐬(𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬) || Gavi
Fanfiction¿𝐍𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐨 𝐧𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐚𝐬? Sophia Birlem, una chica que está ingresada por una enfermedad no diagnosticada va a conocer a un chico que viene al hospital por un golpe en la cabeza. ¿Estarán destinados a estar juntos o se quedará todo en un...