59. Costa Rica

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Hoy era el partido de Costa Rica, jugábamos a las ocho

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Hoy era el partido de Costa Rica, jugábamos a las ocho. Habíamos estado entrenando mucho estos días y hoy era el día de darlo todo.

Cuando llevaba un rato despierto, Pedri entró a mi habitación.

—¿Desayunamos o qué?— preguntó tocándose la barriga.

—Como veas— le dije con el móvil en la mano.

—Pues venga—.

Bajamos a desayunar y después nos quedamos hablando con algunos compañeros. Después me fui a mi habitación y llamé a Sophia. Cuando miré la hora me di cuenta de que no podría cogérmelo. Aquí eran las 13:21 y allí las 11:21, debería de estar en el recreo.

Cuando llegó el momento del partido nos fuimos de camino al estadio. Me hubiera encantado haber hablado con Sophia antes del partido pero me respondió diciéndome que mañana tenía examen y que si quería ver el partido tenía que ponerse desde el primer momento.

Antes de entrar al túnel estaba con el móvil en la mano parado en la pared, y lo último que vi fue un mensaje de Sophia dándome ánimos y deseándome suerte.

—Vamos Gavi— apareció Pedri al lado mía.

Solté el móvil, me até los cordones y salimos.

Estuvimos calentando el tiempo correspondiente hasta que empezó el partido. Dominamos el partido de principio a fin, el marcador lo abrió Dani Olmo en el minuto 11, y le siguieron Asensio y Ferran, quién marcó en el minuto 31 y de penalti en el 54. Más tarde, en una jugada super efectiva, Alvaro me la centró y yo chuté con todas mis fuerzas esperando a que no se fuera por el palo y... ¡GOL!

Acababa de marcar con la selección española y de la primera persona de la que me acordé fue de Sophia, ojalá pudiera estar aquí conmigo. Aunque se que desde su casa estará saltando de alegría.

Después de ese momento de euforia seguimos marcando hasta llegar a 7 sin recibir ninguno en contra. Que locura de partido. Cuando el arbitro pito el final del partido todos celebramos juntos, yo me fui a los vestuarios y, antes de ducharme, cogí mi móvil. Tenía muchísimos mensajes, pero los primero que abrí fueron los de Sophia, que estaba más contenta ella que yo.

Justo antes de responderle me llamó por videollamada. Se lo cogí obviamente.

—¡AMOR!— gritó de felicidad —¡Que bien habéis jugado!— dijo super emocionada.

—Gracias— sonreí super feliz.

—Me alegro muchísimo por tu gol—.

—¿Sabes qué?— pregunté con una sonrisa tonta.

—¿Qué?— preguntó ella.

—Nada más marcar el gol, la primera persona que se me vino a la mente fuiste tú— sonreí —Parece mentira, pero no lo es—.

(𝐍𝐨)𝐬(𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬) || GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora