¿𝐍𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐨 𝐧𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐚𝐬?
Sophia Birlem, una chica que está ingresada por una enfermedad no diagnosticada va a conocer a un chico que viene al hospital por un golpe en la cabeza. ¿Estarán destinados a estar juntos o se quedará todo en un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente... Nos levantamos y lo primero que vimos nada más salir del sótano fue el mar. Que despertar más bonito.
—¿Cuando vinisteis anoche?— preguntó Pedri haciéndose el desayuno en la cocina.
La cocina estaba en la parte superior del barco y no era muy grande comparado con el resto del barco, lo suficiente como para hacerse el desayuno y sentarnos unos pocos en la mesa y en el sofá que había.
—Pues no sé, no me acuerdo— respondió Gavi —¿Por?—.
—Porque no os escuché venir y fui el último en acostarme— dijo Pedri echándose mermelada en el pan.
—Es que estuvimos en el jacuzzi— respondió Gavi.
—¿En el jacuzzi?— dijo Ferran mientras se limpiaba la boca con una servilleta.
—Sí—.
Ferran explotó de la risa.
—¿Haciendo qué pillines?— rió Balde.
—No hicimos nada— mintió Gavi por los dos mientras que los miraba a todos.
—No que va— rió Pedri —Hacerlo en un jacuzzi siempre ha sido tu mayor fantasía sexual—.
A Gavi le entró la risa nerviosa y ya se delató él solo.
—¿Lo habéis hecho?— preguntó Pedri riéndose.
—Sí— respondió Gavi cogiendo una galleta de un bote para después comersela.
—Que asco tíos— se quejó Balde —Yo ya no me meto ahí—.
—Tampoco lo ibais a hacer, nos vamos ya— dijo Pedri pegándole un mordisco a su tostada mientras se sentaba en el sofá.
—Sophia ven— me cogió mi hermano del brazo.
Me bajó al sótano y cerró la puerta.
—¿Lo habéis hecho en el jacuzzi?— preguntó serio.
—Sí— respondí y me miró más serio todavía —¿Qué?— pregunté exaltada.
—¿Con o sin protección?— preguntó con algo de esperanza.
—Sin— respondí neutral.
—¿Estás loca?— elevó la voz —¿No sabes que te puedes quedar embarazada?—.
—Que no, que lo echó fuera— le respondí.
—Antes de llover chispea— explicó. Muy típico pero razón no le falta.
—Pero si estábamos bajo agua—.
—¿Y?— preguntó quitándole importancia a lo que había dicho anteriormente —Os podéis dar el susto igualmente—.
—Ay, no me asustes— me empecé a estresar —Si ya lo hice una vez con...— no quise continuar la frase —ya sabes— el sabía a quién me estaba refiriendo —y terminó dentro y no pasó nada— expliqué muy expresiva con las manos.
