40. Una ola

1.3K 44 0
                                    

Me desperté y lo único que se escuchaba era el sonido de las olas, era tan relajante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me desperté y lo único que se escuchaba era el sonido de las olas, era tan relajante. Miré a mi derecha y Gavi todavía estaba durmiendo, así que, salí para a fuera con el móvil en la mano y me puse a ver mis notificaciones.

Ayer, cuando subí la publicación, me llegaron muchísimos mensajes. Habían dos tipos de personas en mi direct: la primera, que preguntaba quién era el chico, y la segunda, que me mandaba mensajes como "...por fin ha llegado la persona indicada, te lo mereces 🫶🏻". Me ponía muy feliz ver mensajes como los de la segunda persona.

Todavía no me creo que haya dado este paso con Gavi, hace un año me pensaba que nunca iba a poder confiar en nadie y mírame ahora.

Cuando salí, fui a sentarme cerca de la orilla.
Estaba sentada con los brazos puestos encima de las rodillas mirando como iba y venía el agua.

—¿Qué haces?— preguntó una voz ronca detrás mía.

Miré para atrás y era Gavi.

—Mirar el mar— le respondí —me gusta— añadí.

Él sin decir nada se sentó al lado mía.

—Que calor— dijo quitándose la camiseta.

—No hace tanta—.

Corría una brisa pequeña.

—Tu llevas un top guapa— dijo poniéndose una gorra blanca

—Uy— me llamó la atención —¿Y esa gorra?— se la quité de la cabeza y me la puse yo —Para mí— reí.

—Que dices— me la quitó corriendo y se la puso —Es mía— dijo poniéndose las manos en la cabeza para hacer fuerza y así no quitarle la gorra.

—Tuya no es, es de Pedri o de Ferran, mentiroso—.

—Tal vez, pero me la han prestado a mí— recalcó las dos últimas palabras señalándose a el mismo.

—Pues ahora me la prestan a mí— se la volví a quitar.

—¡Que me dejes la gorra puesta!— dijo un poco cabreado.

Me encantaba picarlo, pero el no reaccionaba muy bien a estas cosas.

—¡El pelo! ¡El pelo!— dije elevando la voz.

Me acababa de tirar a la arena, estábamos los dos tumbados, bueno, el no tanto como yo, el estaba casi encima de mí.

—Venga, ahora qué— vaciló riéndose.

—Gavi, el pelo, que se me llena de arena— me quejé intentando levantarme pero el hacía más fuerza.

—No te dejo ponerte bien hasta que no me digas para quién es la gorra— preguntó acercándose a mí.

—Para mí— dije riéndome.

—Que te dejo aquí eh— dijo riéndose.

—Para ti...— dije en un tono muy cansado.

(𝐍𝐨)𝐬(𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬) || GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora