¿𝐍𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐨𝐬 𝐨 𝐧𝐨 𝐨𝐭𝐫𝐚𝐬?
Sophia Birlem, una chica que está ingresada por una enfermedad no diagnosticada va a conocer a un chico que viene al hospital por un golpe en la cabeza. ¿Estarán destinados a estar juntos o se quedará todo en un...
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20 de febrero del 2023 Ya han pasado varios meses desde aquel episodio con Gavi e Iván. En las vacaciones de navidad bajé a Málaga para despejarme y celebré las fiestas con mi familia. A mis padres les conté lo de Gavi, aunque me costó hacerlo. En navidades también vi a mis amigos y, aunque solo los veo en navidad, cada vez que nos vemos es como si el tiempo no hubiera pasado y todo estuviera como antes.
Cuando estaba en Málaga sentía que todos mis problemas se habían quedado en Barcelona. Sin embargo, cuando volví a Barcelona volví a la realidad. Iván, quien se había disculpado conmigo por Whatsapp sobre lo sucedido, había intentado hablar conmigo en persona por no haberle respondido por el móvil.
Sin embargo, a Gavi no lo he vuelto a ver desde el último día. Mi hermano se sigue llevando con él y con los demás pero ya no suben a mi casa, de vez en cuando le preguntan por mí pero nada más. Aunque pronto los tendría que ver, porque Ferran me invitó a su cumpleaños, que es el 29 (aunque lo celebra el 4 de marzo, que es sábado) y acepté ir.
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Hoy era el cumpleaños de Ferran y los iba a ver a todos después de mucho. Pensé mucho en si venir o no por Gavi, pero al final recapacité y decidí venir. Ferran no se merecía ese feo por mi parte.
Cuando llegamos a la fiesta, Guille y yo fuimos directo a por los chicos, quienes se encontraban en la barra. Ferran había alquilado un local con dj, fotógrafo, camareros...
—Felicidades— le di dos besos.
—Gracias— sonrió.
—Felicidades tío— le dijo mi hermano.
Y ya fui saludando uno a uno con dos besos, incluso a Gavi, a quien dejé el último.
—¿Que tal?— me preguntó —¿Bien?—.
—Sí— asentí con una sonrisa —¿y tú?— le pregunté.
—Bien también— respondió dándole un sorbo a su bebida.
—Me alegro— sonreí.
—Y yo—.
Miramos a los demás y no pronunciaban ninguna palabra, solo nos estaban mirando.
—¿Podéis dejar de mirarnos así?— reí.
—Es que hace mucho tiempo que no os vemos juntos— contestó Balde.
