9) Confesión.

11 3 0
                                    

—No tengo tiempo, voy camino a mi trabajo, así que ahora no puedo hablar contigo —la sinceridad ante todo.

Aunque he salido temprano el tener que tomar el bus lleva mucho tiempo porque a veces se retrasan, y no puedo darme ese lujo de llegar tarde conociendo a tal director.

—Entonces.. ¿Cuando puedes? —me miró impaciente.

—No se la verdad, tengo mucho trabajo que hacer en esta semana —torcí mis labios. Él asintió decaído.

Es cierto, el nuevo jefe gruñón no deja de mandarme manada de trabajo, según él porque ahora serán dos días que tendré que ir y mientras más avance será mejor, si claro..

—Uhm.. Bueno, nos vemos el domingo en la tarde —y así, sin más se fue, dejándome con mil dudas.

Como que nos vemos el domingo en la tarde, ¿Quién se cree que soy? O mejor aún, ¿Quién se cree él que es para darme órdenes a mí? Ja, si cree que hablaremos en mi día de descanso se fuño feo.

🔮🔮🔮

Ocho en punto de la mañana y aún estoy acostada, no he que tenga sueño, sino que tengo el cuerpo todo cansado de tanto trabajo; no he descansado ni un solo día y hoy que es domingo ni pararme de la cama he podido.

Hoy falte a la iglesia porque hay una invitación del concilio y la salida fue a la seis de la mañana, por lo cual debíamos de procurar nuestros asientos con tiempo, pero a no estar asistiendo a la iglesia en la semana se me hizo difícil procurar el mio.

—¡Sarah, te buscan! —el grito Leonor llegó desde la sala.

¿Quién me estará buscando a esta hora de la mañana? No es Eun-ha porque ella está en el viaje, ni tampoco las dos amigas de ella porque también anda en el y no conozco a nadie más por aquí que pueda venir a llamarme, a no ser que mi jefe mande más trabajo para realizar en casa, y si es él voy a renunciar.

Se supone que voy a observar, pero esto de estar observado y leyendo todos los diálogos y proyectos me está matando ¡Dios!

Me levanté con todo el esfuerzo posible y como duele cada músculo, ¡Padre! Parece que me pasó un camión por arriba.

Ya en pie caminé arrastrando los pies hasta la sala donde encontré a Leonor hablando con alguien en la puerta, no se ve bien, pero es un chico, estoy segura; ella hizo intento de llamarme de nuevo, pero al verme se contuvo.

—Hasta que sales, tu jefe te dejo esto —me enseñó la carpeta que descansa en sus manos.

—¿Que dejo que? —gruñí.

Mi cara representa todo el enojo que siento en este momento. ¿Que se cree que soy? ¡¿Una máquina?! Ni de veras voy a realizar ese trabajo y ¡Menos en mi glorioso día libre!

Leonor a ver mi cara me miró como si ha hecho una travesura, o que viene una en camino y en este preciso momento no estoy para una de esas bromas.

—Vino su chófer y dejo esto —alzó la carpeta roja que descansa en sus manos—, Pero no te preocupes —me miró con mucha seguridad—. El dejó dicho que puedes leerlo el martes y para ese enojo, ¡¿Adivina quién vino a hablar contigo?! —me miró con picardía y travesura, ¡Oh no! ¿A quien secuestro está vez?

—¿A quien secuestraste esta vez, Leonor? —pregunté aterrada, no quiero pasar por eso otra vez.

—¿Eh? Yo no he secuestrado a nadie, y lo de aquella vez fue una equivocación.. —puso cara de inocencia fingida, pero yo la conozco bien, y sé que no fue una equivocación.

—Claro —la ironía es palpable en mi voz. Leonor una vez secuestró a Thomas supuestamente por equivocación solo para que yo hablara con él y lo conociera mejor, en ese entonces no éramos novios, pero si ya me gustaba—. ¿Y quien es la persona que quiere verme? —interrogue obviando lo del secuestro.

AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora