28) ¿Quieres ser la dueña..?

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—No puedo creer que no pueda tener tiempo a sola con mi novia —escucharlo cerca me sobresaltó.

—¡Por amor a Cristo no hagas eso! —le reproché y baje la mano que tenía en el pecho por el susto. ¿No se supone que estaba en la mesa en mi espera o es que dure mucho hablando?

—¿Hacer que? ¿Hablarle a mi novia? —me miró inocente, y a veces dudo si en realidad es así o se hace.

—Asustarme así, ¿No ves como casi me da algo? —murmure indignada—. Además.. no soy tu novia, no aún.

Me mire las uñas y al hacerlo me di cuenta que tengo que hacerme un manicure, no están sucias ni nada por el estilo, pero las tengo unas más largas que otras y deben de estar parejas.

—Claro que si, ya eres mía —y ahí esta esa sonrisa de suficiencia, pocas vistas en él.

—No me lo has pedido correctamente —le devolví la sonrisa—. Una cosa es saber que soy tu idónea y otra es pedírmelo como corresponde. Sería como saber que el dinero que vas a cobras es tuyo, pero que a la vez no lo es porque no te lo han depositado; si no te depositan no es tuyo hasta que lo tengas en tu cuenta.. —Anche mi sonrisa de superioridad. Solo le quedo negar con la cabeza mientras se echa a reír.

—Eres impredecible —se acercó y se puso la mano derecha dentro de uno de sus bolsillos de su jeans—. Sarah..

Me extendió su mano izquierda, así que la tome y el me halo un poco más hasta él, tomándome por sorpresa.

—¿Si? —Trague en seco.
El bajo su mirada hasta a mí y me dio una de esas hermosas sonrisas que saben dejarme sin cordura.

—¿Quieres ser la dueña de este corazón engañoso, que gracias a Dios ahora palpita por ti? —me examinó ansioso. El ya sabe que le diré que si, pero siempre hay una posibilidad y creo que eso lo pone así.

—Si, si quiero ser la dueña de este corazón.. —puse mi mano donde está su corazón un poco tímida, y note que este late al igual que el mio, desenfrenado por los nervios—, Que gracias a Dios palpita tan desenfrenado por mí.

Le di una de mis mejores sonrisas, la cual el correspondió y luego puso su mano encima de la mía al mismo tiempo que se inclina y pone su frente encima de la mía, con sus ojos cerrados.

—Mientras mi corazón palpite haré mi mayor esfuerzo por amarte cada día y ser la segunda razón de tu alegría —abrió sus ojos y me miró fijamente, mirada que me dejó ¡Atrapadaaaa!

—Hare mi mejor esfuerzo para que tú corazón palpite cada día y puedas recibir de mi el mismo amor.

Sonrió y me besó la nariz tiernamente para luego terminar de cerrar la distancia que nos separa con un abrazo. Ese tierno gesto me saco una sonrisa boba de enamorada porque realmente lo estoy de él y espero en Dios serle de mucha ayuda.

Duramos un rato disfrutando del abrazo y realmente me siento feliz porque pudo reconocer que no somos dos en la relación, sino que ahora seremos tres: Dios, el y yo. Dios va primero sobré todas las cosas y lo bueno es que él lo sabe y eso me enamora aún más de él. Lleva tres puntos de diez.

Me acordé de que tengo que ir por Leonor, aunque le dije que baje es muy probable que no lo haga, la conozco muy bien.

—Debo de ir por Leonor —susurré mientras me separo del abrazo, no quería hacerlo, pero lo hice porque quiero que Leonor salga de la depre—, Esta pasando por un momento difícil y uhm.. si no voy estoy segura que no vendrá —le fui sincera.

—Te acompaño.

Me paso uno de sus brazos por mis hombros y comenzamos a caminar camino a casa y en el trayecto vamos hablando de temas triviales y demas.

AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora