35) Última fase, (Parque).

8 2 0
                                    


—Es muy hermoso, me encanta tu lugar seguro —solté una risita risueña.

—Me alegra que te guste —me dio una sonrisa—, Este lugar es el único cerca de casa donde me siento bien y libre, por eso suelo venir aquí hablar con Dios —soltó una risita.

—Me gustaría venir algún día contigo a hablar con Dios —confesé.

Es un lugar donde se siente la paz, misma que te invita a quedarte aquí.

—Toma ésto.

Me pasó la otra funda y la tomé porque no tenemos donde poner la comida, pero se lo dire cuando vuelva. El se voltee a verme y lo vi subirse en el árbol, ¿Que se le perdió ahí arriba?

Me quedé a la expectación porque se quedó adentro del árbol por un rato hasta que por fin tiró una funda al suelo para luego bajar él.

—¿Que es? —interrogue, la curiosidad activa, si señor.

—Es una manta que uso siempre cuando vengo aquí.

La desenfundó y la estiró, ¡No puede ser! Es una manta de ¡Naruto, mi animé favorito! Lo mire sorprendida y el solo alzó sus hombros divertido.

—No sabía que te gustaba el anime —susurre incrédula. Es verdad, el puede ser todo, pero nunca me espere eso de él.

—Siempre me ha gustado el anime —me guiñó un ojo mientras sonríe de lado y eso no me lo esperaba, pero me encanta.

Terminamos de arreglar todo y nos sentamos bajo la mata a comer, bueno, aún no porque oraremos y luego él me dirá los nombres de cada cosa y entonces comeremos.

Y así lo estamos haciendo, comenzamos orando y después el comenzó a decirme los nombres de cada comida.

—Este es kimbap —señaló unos rollos que parecen sushi, pero que no lo son y me paso mi plato, el cual cogí.

Creo que iré como una bola a casa hoy, si, definitivamente si.

—¿Puedo comerme solo la mitad? —pregunté con la vista en el plato.

Es que hay muchas cosas y las quiero probar todas, pero no tengo un apetito tan grande como el de un hombre coreano, bueno si, pero no para comer tantas cosas de golpes.

—Come la cantidad que quieras, no puedo impedirte eso —me miró con sinceridad.

Me comí una rebanada primero, ¿Pero adivinen? Me gustó y me las comí las cinco restante, y el miró sorprendido mientras sigue comiendo.

Después pasamos al pollo marinado, Hot dog coreano, twingim, y mandu, son deliciosos todos y eso que faltaron algunas, pero serán para la próxima porque sinceramente ya no me cabe nada más.

—¡Waa! —exhale mientras me tiro en la manta—, Todo esto sabe delicioso, y creo que podré acostumbrarme a tu cultura —le di una sonrisa divertida—. No sabía de lo que me estaba perdiendo —agregué.

Me arrepentí un poco de no haberlas probado antes, pero todo tiene su tiempo bajo del sol.

—¿Cual fue tu preferido? —interrogó y se acostó a mi lado a mirar las estrellas del cielo.

—Me gustó mucho el tteokbokki, y los demas, pero el que me encantó más fue el pollo —aclare entre risas.

El pollo y yo tenemos una historia de amor muy peculiar al igual que la pizza.

El soltó una carcajada que se me contagio y nos echamos a reír como dos locos sin remedio dirigidos por Dios, y es que el pasar tiempo con él me hace bien, y nunca me imaginé disfrutar tanto un día como esté, y con él..

AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora