29) Quiero formalizar lo nuestro.

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Han pasado días, y Leonor ya volvió un poco en si, lo digo porque últimamente ha estado hablando mucho con él hermano de Joon-gi, y me lo halló raro, aunque ella dice que solo son amigos, pero las miradas y toda la cosa no me parece, además que ahora él volvió a los caminos no hace mucho.

Joon-gi.. a él tengo días que solo lo veo venir de trabajar y muy pocas veces de ida; el ha estado muy ocupado por las cosas de los pacientes y ahora que volvió a su trabajo es todo un caso allá, pero que no nos veamos en persona no quiere decir que no hablemos, lo hacemos todos los días cuando estamos libres.

Mi jefa dice que mi cara de enamorada da miedo porque solo me la paso sonriendo y eso no es verdad, si sonrió y todo, pero solo cuando estoy hablando con él..

Por otra parte Leonor me dejó afuera de casa, sin cenar y todo hasta las doce de la madrugada solo porque no le dije cuando inició mi relación con Joon-gi, ¡Pero ese día no me dio tiempo! Además se lo dije al otro día solo que ella quería hacerme la maldad de dejarme afuera.

Ya es hora de salir del trabajo, es tarde, pero uno se acostumbra. Fui por mi abrigo, mis pertenencias y salí donde el aire fresco de noviembre me recibió y soy tan frágil con la temperatura que todo me da muy duro.

Comencé a caminar quitada de bulla tomándome un café con leche que compré camino a casa, pero está vez es caliente, hasta que mi teléfono sonó indicando una llamada.

—Hola —contesté sin fijarme en quién llama, muy común en mi.

Hola —se escuchó pausado y por la voz supe que es él, y automáticamente me saco una sonrisa.

—¿Puedo saber el motivo de tu llamada? —interrogue curiosa.

¿Acaso no puedo llamar a mi amada? Wao —se hizo el ofendido. Yo rodé los ojos divertida.

—No tienes derecho a ofenderte, es.. es raro que me llames en hora de trabajo, es todo —replique. Del otro lado se escuchó su suspiro.

Lo se, pero es que te echo de menos, mucho con demasiado, y más que no he podido escribirte en el día de hoy —murmuró.

—Te entiendo, yo también te extraño.. —iba a decir algo más, pero me mordí la lengua mejor, no quiero asustarlo.

Uhm, oye.. —reanudó la conversación después de un minuto de silencio por parte de ambos, pero no fue uno incómodo.

—¿Si? —respondí mientras me paró frente a las escalerillas de la casa.

¿Tienes planes para mañana? —preguntó casual.

—Uhm.. no tengo planes, ¿Por qué la pregunta? —pregunté juguetona—, ¿Me invitarás a una cita? —me tapé la boca para no reírme y dañar el momento. El carraspeó su garganta.

No es una cita, sino una cena familiar, quiero formalizar nuestra relación con mi familia —hasta aquí siento sus nervios y eso me causó ternura—, ¿Qué dices?

—No tengo planes, ¿Por qué no iría?

Hasta le di una sonrisa, aunque se que no puede verme. El respiró de alivio porque quizás pensó que me negaría porque llevamos poco de relación. ¿Pero que más da? ¡Sin miedo al éxito!

Gracias, pasaré por ti a las ocho, ¿Esta bien?

—Bien, muy bien por mi. Nos vemos mañana —me moví llena de felicidad.

Ten linda noche, Dios te bendiga —colgó.

—Tu también.. —le dije al teléfono porque ya colgó, pero es una manía que tengo.

AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora