Ya afuera del restaurante nos abrazó el fresco aire de Londres; esta noche Londres está muy activa, hay muchas personas afuera y es de entenderse, es sábado y muchas parejas salen juntas al igual que familias salen a compartir entre ellas.—Uhm.. ¿Edwin viene en camino? —indague porque estamos parados aquí mirando hacía la nada, bueno, yo lo estoy haciendo ya que él está tecleando su teléfono.
—Iremos a un lugar primero —contestó sin despegar su mirada del teléfono.
—¿Puedo saber que sitio es ese? —lo mire con curiosidad.
—Ceros preguntas —alzó uno de sus dedos en mi dirección, sin mirarme.
¿Pero quién se cree esté ahora? Ja, yo te digo a ti que uno tiene que ver cosa en esta vida.
—Pues fíjate, de aquí no me muevo —brame firme en mi palabra—, No sin antes saber para dónde iré —di por culminado el tema.
—Eres muy hermosa hasta que abres la boca —confesó con aburrimiento.
—Ja, si tanto te molesta que abra mi boca controla la tuya —contra ataque. ¿Por qué tiene que andar ofendiendome cada que tiene oportunidad? Creído.
—Bien —respiró hondo, empezando a perder la paciencia—, Si tanto quieres saber, iremos a ver al abuelo —expuso y comenzó a caminar hacia otro auto, este es blanco.
—¡Me niego! —elevé un poco la voz para que escuche; este paro su andar, pero no sé volteo.
—No te estoy preguntando; si quieres quédate aquí —le restó importancia mientras me mira—, No seré yo quien muera de pulmonía —acompaño esa mirada con una sonrisa de burla.
Baje los escalones lo más rápido que pude hasta llegar a él, no vaya y me deje botada. El me miró con superioridad.
—¿No que te negabas? —su san es hacerme la vida imposible y lo está logrando gente, lo está logrando.
—Eres muy infantil. ¿Lo sabes? —pregunté tratando de desviar el tema.
—Claro —eso fue bañado de sarcasmo—, El infantil soy yo —con eso entró al auto y yo imite su acción.
—Pero en serio, ¿Puedes dejarme en casa de paso? —volví a insistir. Estoy agotada y el debe de suponerlo, pero no lo hace—, Mi cuerpo no da para más hoy —fui sincera y de verdad que quiere descansar—; Estoy segura que él lo entenderá —seguí con mi tarea tratar de convencerlo, pero él solo está concentrado en conducir—. Contigo no sirve el dialog..
—¡¿Quieres callarte?! —gritó de repente cosa que me sobresaltó.
—¡Ven cállame! —le grite de vuelta sin pensar, aún con la mano en el corazón—. Mi boca es mía y puedo hablar todo lo que quiera —replique con una autoridad que no tengo en este momento—, Si no te gusta, bien que puedes meter la cabeza en una bacinilla —voltee mi cara toda ofendida. ¿Que le hice yo para que mi presencia le incomode? Ya necesito que termine este martirio.
Freno el carro de golpe, y por poco me cómo el parabrisas si no es por el cinturón; lo mire indignada y el tiene su mirada fija en el frente, no volteó a verme, sino que parece estar calmado su irá porque no ha hablado en un rato.
—¿En serio quieres que te calle? —se relamió sus labios.
Su mirada encontró la mía y su instinto lujurioso hizo que su mirada baje hasta mis labios, haciendo que me tapé la boca y me voltee ¡El señor reprenda toda lujuria! Amén. ¿Por qué los impíos tiene la mente tan sucia? ¡Dios mío, ayúdame, por favor!
—Realmente no, yo misma me callo —susurre aún con mi mirada en la ventana, no lo veré, no por mucho rato.
—Eso pensé —lo escuché respirar hondo y retomar la carretera.
ESTÁS LEYENDO
AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️
SpiritualeEl corazón es el órgano más engañoso del ser humano, me hacía tener conceptos e ideales muy diferentes del amor, hasta que lo conocí a él y entonces entendí que significa realmente el amor.