27) Me dijo que...

9 3 0
                                    


—Gracias, Joon-gi, por decirme tapón sutilmente —solte sarcásticamente mientras me siento frente a él.

—Pide lo que quieras, va por mi cuenta —se inclinó poniendo sus manos en la mesa. ¿No que tiene que decirme algo? El pareció leerme la mente—. Me diste dos horas, ni modo que no pidas nada estando en una cafetería como esta por dos horas —aclaró con obviedad y no le hallé fallo a su lógica.

—Uhm.. bien —cogí el menú y ¡Sorpresa! Si hay café con leche—. Quiero un café con leche, frío por cierto —dicho aquello llamó a la mesera y le dio mi orden.

En ese transcurso de tiempo él no dejó de verme como si soy el arte más raro, pero a la vez el arte más llamativo del universo y mis nervios van en aumento.

La chica trajo mi café y le di las gracias, lo probé y está mucho mas bueno de lo que imaginé; sonreí inconscientemente por ellos, pero no me di cuenta que hice todo eso bajo su atenta mirada hasta que lo caché viéndome..

—¡Ya! —exclame más nerviosa que antes—, Deja de mirarme así, me pones nerviosa.. —baje mi mirada toda avergonzada, pero es la verdad, su mirada es muy intensa y me pone nerviosa.

—¿Como quieres que no te mire si eres tan..? —entrecerró los ojos e inclinó su cabeza hacía su lado izquierdo—, ¿Diferente y rara dentro de lo común, y tan imperfecta dentro de la "perfección del mundo"? —inclinó la cabeza hacia al otro lado—. Eso te hace hermosa para mí, por eso no puedo dejar de mirarte y espero que no me digas que no lo haga porque lo seguiré haciendo.

Fue directamente sincero, lo pude notar porque en ningún momento aparto la mirada de la mía, dandole credibilidad a sus palabras sinceras que atravesaron mi pobre corazoncito.

Su mirada me transmitió seguridad de sus palabras, de lo que él siente de verdad, dejándome sin palabras.

—G-gracias —el si sabe cómo hacer que sea más tímida y nerviosa de lo normal—, ¿Pero es..? —hice énfasis en la última palabra recordándole el porqué de que este aquí.

—Cierto —respiró hondo y volvió a su estado original en la silla, luego me miró fijamente serio. Tengo miedo señores, ¡Tengo miedo!—. Tienes una repuesta que darme, Sarita —me dio una sonrisa un poco traviesa porque el sabe cuál es esa respuesta.

—¿Nunca dejaras de usar términos diminutos conmigo? —hice un puchero, ¡Se que soy chiquita, pero vamos!—. ¿De que respuesta hablamos? —hacerse la difícil en estas situaciones no está nada mal, ¿O si?

—No relajes con cosas serias, muchacha —me reclamó.

Ahora soy yo la que se esta riendo por dentro, que bien se siente.

—Ya se te pegó lo dominicano, me agrada —le guiñe un ojo. Estamos avanzando señores, estamos avanzando—. Que te puedo decir.. Dios me dijo que..

Comencé toda triste dándole dramatización al momento y su cara se descompuso dándome a entender que mi dramatización está haciendo efecto.

No pude aguantar más la risa, así que baje la mirada disque triste, ¡Pero fue para no reírme de su cara!

—¿Que te dijo qué, Sarah?

Está nervioso, lo puedo ver en la forma de como mueve sus finos y largos dedos sobre la mesa; me dio penita ligada con ternura.

—Me dijo que.. —pause, y luego lo mire, él está impaciente y lo entiendo—. Eres mi idóneo —sonreí.

No pude aguantar la felicidad al verlo tan feliz, primero se tapo la boca con las manos como si no lo cree, luego se las puso en la cabeza alborotando sus cabellos y a continuación las bajo por su cara; en ningún momento borró esa hermosa sonrisa de su rostro y me alegra ser la causante de ella.

AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora