En eso de las cinco fuimos hacer la compra que Leonor tanto quería hacer, fuimos y duramos aproximadamente tres horas dando paticas de aquí para allá; después que teníamos todo lo necesario, supuestamente ella, salimos a cenar a un puesto de comida rápida que había cerca y allí cenamos, y ya cuando íbamos de salida a Leonor se le ha antojando ir a la feria.
—Ya dije que no voy, ¿Acaso no te cansas de caminar? —negó con la cabeza—. No te cansas de caminar para lo que te conviene —la mire con desconfianza—. Yo si me canso, además tengo que arreglar mi maleta con tiempo para que no se me quedé nada y debo de dormir bien ya que mañana será un día ajetreado —emprendí mi camino hasta el auto, y ella me siguió atrás.
—¡¿Por qué eres así?! —soltó toda decepcionada.
—¿Así cómo? —indague porque siempre me dice lo mismo cuando le digo que no a algo.
—Aguafiesta, siempre dañas la diversión —confesó mirándome con desconfianza.
—Ja, ¿Aguafiestas yo? —la indignación es palpable en mi voz—. A veces te comportas como una niña caprichosa —dije con burla—, Y a veces dudo de que seas mayor que yo —me reí porque a ella no le gusta que le digan caprichosa, aunque a veces lo es—. La que parece que es la mayor soy yo, todo el mundo lo dice —es cierto.
Ya frente al carro me subí en el asiento del copiloto a espera que ella se suba para irnos a casa. Leonor se pasó el rato entero supuestamente enojada conmigo solo porque no fuimos a la feria, y me dio penita porque ella quiere pasar tiempo conmigo antes de que me vaya, pero él lo daño todo mandado eso a última hora.
No puedo ir a la fiera a las ocho y pico de la noche cuando tengo que arreglar unas carpetas que me faltan y mi maleta para mañana.
—Ya, cuando venga si Dios quiere y lo permite haremos todo lo que querías, ¿Vale? —ya hemos llegado.
Ella ya ha abierto la puerta, pero ni siquiera me ha mirado desde que le dije que no, así que no tuve opción. No me gusta estar así con ella y ella lo sabe, lo hace de maldad porque lo sabe. Ella me miró con ilusión, como todo una niña chiquita.
—¿De verdad haremos lo que quiera? —curioseó muy emocionada.
—Lo que quieras —le di una sonrisa.
Se que me arrepentiré después, lo se, pero es lo que menos puedo hacer por ella.
—Bien, no quiero quejas, bueno —entrecerró los ojos en mi dirección—. Haré una lista de las cosas que haremos ese día, no quiero quejas.
Volvió a decirlo para que me quedé claro, y si, ya está confirmado que me arrepentiré de esto después.
Entramos, fui directo a mi habitación, y me tiré en mi cama, ore allí mismo ya que estoy tan agotada de caminar de aquí para allá por tres horas que solo quiero descansar.
Dejaré lo de la maleta para mañana en la mañana y me dormiré. Aún no comprendo cómo puede ella no cansarse de caminar tanto cuando se trata de ropa.
🔮🔮🔮
—Oye, dominona —esa es Leonor llamándome a las ocho de la mañana con la boca llena de comida.
Hace rato que me desperté, solo que no me he levantado de la cama porque está más buena que nunca.
—¿Puedes no hablar con la boca llena? —me miró feo y trago lo que tenía en la boca, según veo el plato es panqueques.
—Ya, vine porque pensé que estabas durmiendo y por lo que veo estas más despierta que yo, y tú plato está en la cocina, así que deja de mirar el mio no vaya hacer que le hagas mal de ojos y se me caiga —escondió su plato lejos de mi vista, cosa que me hizo rodar mi ojos.
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AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️
SpiritualEl corazón es el órgano más engañoso del ser humano, me hacía tener conceptos e ideales muy diferentes del amor, hasta que lo conocí a él y entonces entendí que significa realmente el amor.