AMOR SUFRIDO. {Resubida} ©️

48) Llegada.

Solté un suspiro y me puse en marcha para bajar porque el avión está vacío casimente, Leonor ya ha bajado y todo; fuimos por nuestras maletas y después nos pusimos a esperar a Jaime porque se suponía el estaría acá temprano, pero como ven no está.

El llegó tiempo después y eran las nueve casi para las diez cuando él llegó por nosotros y se dispuso a saludar a los chicos como solos los hombres saben hacerlo, pero a Leonor y a mi nos saludo con un beso pegajoso y una desordenada de cabello, y le di gracias a Dios por tener trenzas; lástima por Leonor que lo trae suelto.

El ambiente entre Jaime y Ho-joon fue mejor del que me imaginaba, y es entendible porque él no tiene que ver con lo de Ángel y Leonor, aunque él no es alguien que se mete en la vida privada de alguien y eso es admirable, muy pocas personas lo hacen.

El que me pone un poco a la defensiva es Ángel porque no sé cómo se lo vaya a tomar y no quiero que haga de la suya aprovechando el momento, aunque se que Leonor lo pondrá en su lugar en caso de.

En el transcurso me he permitido relajarme un poco porque por fin estoy en mi tierra; tanto tiempo sin venir por aquí me llena de nostalgia.

Me puse a pensar que llegaremos pronto y si mi mente no me falla todos estaran en la casa de la abuela Luisa porque le toca a la abuela por parte de madre este año, ellas se turnean para la reunión familiar de año nuevo.

El año pasado le tocó a la abuela Ruth y si, somos una familia unida por ambos lados solo que un poco pequeña porque la abuela Luisa solo tuvo dos hijos, mi madre Sandra y mi tío Luis, y la abuela Ruth a mi padre solamente, Francisco.

Por otro lado los abuelos Alberto y Franco solo van a cualquier lugar que se haga la reunión, eso si, se encargan de todo lo que ellas necesiten.

La familia Evans, bueno, ellos también se nos sumaron hace poco, y aunque sus hijos y nosotras desde chicos hemos crecidos juntos prácticamente, hasta que Leonor y yo salimos del país por primera vez, ellos nunca habían asistido a nuestras reuniones de los primeros de enero hasta cuando empecé a trabajar con él, donde él no me recordaba porque según él había crecido y madurando mucho y puede que lo segundo sea verdad, pero no lo primero, no creo.

Entramos a la carretera que lleva a la de la abuela Luisa y hay muchas personas afuera; los niños estan jugando bitilla y me entró la nostalgia porque hace mucho que no veía eso después que la tecnología avanzó tanto.

Deje eso de lado y mientras no acercamos visualice la casa; está es de dos plantas, Arribas están las habitaciones y abajo: cocina, sala, dos habitaciones mas y cada una cuenta con un baño, es una casa grande y tiene un patio igual de grande, y puede que sea la casa más grande del campo, pero es debido a sus hijos que viajan y trabajan para ponerla bien.

Las casas del campo la última vez que vine estaban un poco distanciadas unas de las otras y está vez están un poco más unida debido ha que hay muchas nuevas. Suspiré cuando paramos y me dispuse a bajar porque ya hemos llegado.

—¿Listo? —pregunté al verlo pálido.

Los demás al verlo así se adelantaron para dejarnos un poco de privacidad porque él quiso durar unos minutos más ahí, quizás está nervioso.

—Si, solo dame unos minu..

El comenzó a toser como la otra vez e inmediatamente me entró el terror.

No pude hacer nada más que solo darles golpecitos suaves en la espalda; después que terminó, él escupió un poco de sangre y aunque no vi hacia el suelo, lo sé por la sangre que tiene en la mano. No sé cuándo comencé a llorar y a temblar, pero lo estoy haciendo y Leonor no perdió el tiempo, me tomó la mano y me alejo en contra de mi voluntad, y tiene razón, solo voy a estorbar porque ni para ver sangre sirvo.