Moon Knight III

En su lugar (Steven x hija)

Prólogo: Después de escuchar a Donna hacer comentarios ofensivos acerca del autismo de Steven, le defiendes y la dejas en su lugar.

chemistryrff
Sylvie2012
Jazamidala

Advertencia: aquí tienes 17 años. Donna ya es una clara advertencia.

–¡Hola pá!–Saludaste a Steven cuando llegaste al mesón de la tienda de regalos donde él estaba agachado recogiendo una caja.

–¡Princesa! ¡Querida, hola! No esperaba verte por aquí, creí que estarías en clases a ésta hora.–Te dijo con una sonrisa dejando la caja sobre la mesa.

–Sí, bueno, suspendieron a última hora. La maestra nunca llegó así que nos dejaron volver a casa pero pensé pasar por aquí a verte. Y también te traje esto.–Le entregaste una bolsa pequeña y un vaso de cartón.–Te compré un té y de esos pastelillos veganos que tanto te gustan.

–Gracias hija  no tenías que hacerlo.–Te dijo con una sonrisa, tomando tu mano para besarla con cariño y tomar un sorbo de su té.

–¿Cómo ha estado tu d—

–¡Stevie! ¡¿Quieres dejar de hacer vida social y trabajar?! Tengo claro que a los autistas les cuesta, pero ya deja de distraerte porque estás en horario de trabajo. Ya lo que hagas en tu tiempo libre no me interesa.–Le dijo Donna molesta, dejando otra caja llena de cosas sobre el mesón.

–¿Qué se cree ésta cara de verga?–Dijo desde el espacio mental con molestia.

–Esto va a acabar muy mal...

–Claro, lo siento. Pero es "Steven", no "Stevie".–Murmuró la última parte.

Tu te quedaste viendo a Donna molesta, y Steven pareció notarlo.

–Corazón no le hagas caso, ¿si? Solo deja—

–¡¿Oye tú quien te crees que eres para venir a tratar a mi papá de esa manera?!–Exclamaste molesta haciendo que Donna se diera vuelta.

–¿Disculpa jovencita? ¿Cómo te atreves a venir aquí a hablarme de esa forma?

–¿Y cómo te atreves TÚ a menospreciar a alguien solo por ser autista? Si lo es, ¿y qué? ¿Te afecta en algo? Mi papá SIEMPRE hace todo lo que tu le pides sin reclamar nada. Jamás ha pedido un aumento de sueldo. Jamás se ha equivocado. ¿Y tú pinche loca vienes aquí a tratarlo de esa manera?–Le dijiste molesta, acercándote cada vez más a ella.

Steven rodeó su mesón y rápidamente se acercó a ti para tomarte del brazo.

–Stevie, más te vale controlar a la salvaje de tu hija antes de que haga que seguridad la saque de aquí.–Le dijo enojada, dándose media vuelta para irse.

–Por supuesto, Donna. Lo siento. Hija, ven conm—. Te dijo mientras te tomaba del brazo para alejarte de ahí.

–A ver, rubia teñida. Aclaremos algunas cosas.–Dijoste mientras te soltabas del agarre de Steven y caminabas para quedar frente a Donna.–Su nombre no es "Stevie", como tu le dices. Su identificación dice claramente STEVEN. Te lo voy a deletrear por si eres tan mensa como para entender. S-T-E-V-E-N. STEVEN GRANT. Con V.–Le dijiste acercando a tu papá para señalar a la identificación en su chaqueta.–Y segundo, yo no soy un animal salvaje al que se tenga que controlar.

Tercero, nadie, pero NADIE, puede tratar a mi papá así. ¿Oíste?–Le dijiste ya en voz más baja, acercándote a ella.–Conozco bastantes secretos tuyos que podrían terminar en un despido para ti. Mi mejor amiga es hija de tu jefe. Ajá, así es... es hija del Señor Brown. Así que, o empiezas a disculparte con mi papá y conseguirle un aumento de sueldo o un puesto como guía turístico... o entonces vas a tener que comenzar a buscarte un nuevo trabajo. ¿Si me entendiste, reina?–Le preguntaste la última parte con una pequeña sonrisa burlona.

Donna te veía con una rabia inmensa y ganas de querer estrangularte, pero sabía que tenías razón. Muchas veces te había visto con la hija de su jefe.

Steven estaba de pie junto a ustedes, impactado porque nunca te había visto actuar de esa manera.

–Lamento lo que dije anteriormente, Steven. No se va a volver a repetir.–Le dijo viéndote fijamente, para después voltearse hacia él.–Puedes tomar el resto de la semana libre, partiendo por hoy. Y no te preocupes que todo será pagado, yo me haré cargo de la tienda de regalos, y veré lo que puedo hacer con respecto a tu sueldo o un ascenso en tu puesto de trabajo.–Le dijo con molestia, para después verte de arriba abajo y marcharse de ahí.

–Hice un muy buen trabajo con mi chamaca.–Dijo con voz de padre orgulloso.

Steven estaba boquiabierto y no podía salir de su asombro aún.

–¿Por qué no vas a por tus cosas y vamos a comer a ese restaurante que nos gusta a los dos?–Le preguntaste acercándote a él para guiarlo detrás de su mesón y que tomara su bolso.

–¡Eso fue increíble, hija! ¡Jamás había visto a nadie desafiar a Donna de esa manera!–Exclamó emocionado con sus cosas en la mano y siguiéndote fuera del museo.

–Ya era ahora de que alguien la pusiera en su lugar.–Le dijiste con una prqueña sonrisa arrogante, pasando tu brazo por el de él antes de ambos explotar en risas mientras bajaban las escaleras.