Little Cat (Jimin y tú) +18

Parte 22

Jimin acariciaba el cabello de Hari mientras ésta dormía plácidamente frente a él. Sonreía mirando cómo la menor se relajaba con su toque.

Miró su rostro y se dio cuenta de lo hermosa que la niña era.

A tan sólo siete meses de edad, Hari tenía la apariencia de una niña hermosa de 12 años. Tenía la piel blanca, las mejillas levemente rosadas y sus labios naturalmente rojos. Simplemente bella.

Sus caricias bajaron hasta sus mejillas y después a sus labios. Jimin miró fijamente a éstos y recordó aquel sueño extraño que tuvo. Juró haber sentido unos finos y suaves labios sobre los de él y desde ese momento había empezado a tener esos dichosos sueños húmedos con la menor.

Se sentía una horrible persona por pensar en Hari de una manera descarada y no apta para una persona normal. Pero a decir verdad, ya tenía tiempo de sentirse así.

Suspiró profundamente sin despegar su mirada de Hari y cerró los ojos con fuerza.

— Eres horrible, Park. — se dijo a sí mismo. — Eres asqueroso.

— Mgh~... — Jimin miró a la menor, quién al parecer estaba teniendo un sueño extraño, ya que se movía algo inquieta — Mgh... Ah~... — Jimin no le quitaba la mirada de encima — Jimin ... — susurró la menor frunciendo un poco su entrecejo — Mmm...

— ¿Hari? — le habló Jimin tratando de llamar su atención, pero la menor seguía dormida.

Hari empezó a mover sus caderas provocativamente, así fue cómo Jimin supo de inmediato lo que le ocurría. La menor estaba teniendo un sueño húmedo, y lo prendía el hecho de saber que Hari lo estaba teniendo con él.

Hari entreabrió sus delineados labios y soltó un pequeño suspiro al imaginarse a Jimin tocándola.

El mayor miraba atentamente los movimientos que Hari hacía, empezando a sentirse un poco agobiado al sentir sus pantalones apretarle en cierta parte de su cuerpo que, tan duro se encontraba ahora.

— Mgh~ ... Ahh~...

Jimin trató de calmarla, por lo que empezó a acariciar su cabello para relajarla un poco. Pero todo se salió de control cuando su mano fue bajando lentamente hasta la pequeña cintura de la menor.

Hari sintió cómo el mayor metía su mano debajo de su blusa y se tensó un poco al sentir su tacto en su blanca piel. Jimin comenzó a acariciarla y a apretar levemente su cintura mientras Hari seguía soltando leves gemidos agudos.

La menor se giró quedando boca arriba y eso hizo que Jimin tuviese acceso a todo su pequeño cuerpo.

Bajó su mano hasta el borde de sus shorts y poco a poco fue metiéndola en él. Hari empezó a respirar de manera entrecortada, moviendo levemente sus caderas de arriba a abajo.

Jimin siguió metiendo su mano hasta tocar su intimidad. Hari soltó un sonoro jadeo haciendo enloquecer al mayor.

— Mierda... — exclamó Park al sentir a la menor algo húmeda.

— Ah... Jimin...

Park acarició de arriba a abajo la feminidad de la felina y comenzó a jugar con su clítoris. Hari empezó a querer más, por lo que comenzó a moverse de arriba a abajo también.

Jimin comenzó a acelerar y presionar sus dedos, lo que hizo que Hari poco a poco comenzara a despertar al sentir sus bruscos movimientos.

Hari abrió sus ojitos mirándolo algo confundida mientras Jimin la masturbaba. Park conectó sus ojos con los de ella, pero no detuvo sus movimientos.