Little Cat (Jimin y tú) +18

Parte 43

Hari miró el lugar con emoción. Jimin la había dejado volver al consultorio con Seok Jin y ahora quería darle una grata sorpresa ya que no había avisado que llegaba.

La secretaria levantó la mirada y sonrió en grande al ver a la pelinegra llegar al lugar con una notoria emoción en su rostro.

— ¡Hari! Pensé que no volvería a verte.

— Buenos días, señorita Ahn. ¿Está Seok Jin?

— Sí. Está adentro. Tiene mucho trabajo. Así que, estoy segura de que se alegrará de verte.

— Entonces entraré a verlo. — le dijo la menor para después acercarse al consultorio.

Hari abrió la puerta y se asomó para mirar a un Seok Jin estresado. Tenía pacientes dentro e intentaba controlar a un pequeño cachorro que no se dejaba poner la vacuna.

Hari río ante el desespero del mayor y cerró la puerta detrás de sí misma, llamando la atención de los presentes.

El pelinegro la miró sorprendido y una enorme sonrisa se instaló en el rostro de Seok Jin.

— ¡Hari!

— Hola. — le sonrió la menor con felicidad.

Se sentía bastante bien haber vuelto.

— ¿Qué estás haciendo aquí? Qué sorpresa. Pensé que Jimin no te dejaría venir.

— Jimin no puede controlarme siempre.

— ¿Él te trajo? — preguntó mirándola mientras la menor sostenía al cachorro para facilitarle el trabajo al mayor.

— Sí. Se fue al trabajo. Me dijo que pasaría por mí en la salida.

— Me alegra que hayas vuelto. — le dijo contento para después vacunar al perrito — Listo. Es todo. Debe volver dentro de quince días para la siguiente aplicación.

— Muchas gracias, doctor. — le dijo la persona con una reverencia, para después salir del consultorio.

— ¿Cómo ha estado el día?

— Bastante agotador, y apenas es temprano. Pero ya no me preocupo más. Mi asistente estrella ha llegado.

— La verdad, ya extrañaba venir.

— Y yo que lo hicieras. Realmente te extrañé mucho. ¿Cómo se está portando Jimin contigo? — Hari desvió la vista nerviosa y asintió positivamente.

— Bien. Él ... Ya no me grita como antes. Supongo que, es porque ahora me porto mejor. — dijo ella alzándose de hombros.

— Eso es bueno, pequeña. Aunque, siempre fuiste una niña buena.

— No lo creo. Pero... ¿Qué más da? ¿Qué tanto hay para hacer hoy?

— No tienes idea.

…

El teléfono de Jimin sonó y dejó de hacer lo que estaba haciendo para mirar la pantalla. Rodó los ojos al ver el nombre de Taehyung y respondió.

— ¿Qué sucede? — habló Park.

— ¿A qué hora volverá Hari del trabajo?

— Ella saldrá de ahí cuando yo pase a buscarla.

— ¿Cómo así? ¿Ella no cubrirá el horario normal de un empleo? ¿Cómo se acostumbrará de esa manera?

— Hari no necesita acostumbrarse a nada. Ella es muy joven aún.

— Jimin ...

— Salgo del trabajo a las dos. Llegaremos a casa a las tres, aproximadamente.