Parte 5

259 33 4
                                    

— Mgh... — la menor se removió incómoda en su lugar. — Ah... — cerró los ojos con fuerza y se puso en posición fetal en la cama. Abrazó su estómago mientras flexionada sus rodillas por el dolor.

Jimin se removió incómodo a su lado, pero no despertó.

La menor empezó a sentir las náuseas invadir su sistema. Se sentía extraña, jamás había sentido algo así. Abrió los ojos y miró a Jimin con lágrimas amenazando con salir.

No quería molestarlo, pero tenía miedo. Así que sólo se apegó más a él de manera que hundió su cabeza en su cuello mientras apretaba su camisa por el dolor en su estómago que se iba haciendo más notorio.

— Mgh... — el mayor se removió incómodo de nuevo al sentirla apretar su camisa. Pero se vio obligado a despertar al escuchar su respiración algo agitada. — ¿Hari? ¿Qué pasa?

La menor tenía cerrados los ojos con fuerza mientras sollozaba en silencio por el dolor que iba aumentando.

— Ah~ ... Duele... — dijo apretando su estómago.

Jimin se sentó mirándola estremecerse y se preocupó al verla así.

— ¿Qué tienes?

— Ji-Jimin ...

— Hari... Hari, despierta.

La niña abrió los ojos lentamente y lo miró adolorida.

— Jiminie... Duele mucho...

— ¿Qué es lo que te duele? — la niña tocó su estómago y el mayor cerró los ojos frustrado — ¿Ahora entiendes por qué no dejo que comas golosinas? Pero siempre terminas desobedeciendo. Quédate aquí. Te traeré algo para el dolor.

— J-Jimin ... Me siento extraña ...

— ¿Qué sientes? — La menor empezó a provocarse, por lo que Jimin se alarmó e hizo que se pusiera de pie — Vamos, vamos al baño. — Una vez que llegaron al retrete, Hari sacó todo lo que tenía dentro. Jimin sostuvo su cabello para que no estorbara y la ayudó a no desvanecerse. — Eso es. Sácalo todo. — una vez que la menor dejó de vomitar, el mayor la ayudó para ir al lavabo y hacer que se lavara los dientes. — ¿Te sientes mejor? — le preguntó acariciando su espalda para poder tranquilizarla. Pues por la horrible sensación, había empezado a llorar. — Tranquila. Sólo respira.

— Me siento extraña ... — sollozó levemente — Tengo miedo.

— No tienes por qué temer. Estás enferma, es todo. Quedarás bien después de que tomes algunos medicamentos. ¿Sí?

Jimin miró el reflejo de la pequeña y se preocupó al verla tan afectada. Sus mejillas ya no tenían color, sus labios tampoco. Sus orejas estaban inclinadas y sus ojitos y su naricita estaban levemente de un color rojizo por haber llorado.

El mayor suspiró y después de que ella terminara de lavarse, la ayudó para acostarse en la cama.

— No tardo. Ya vengo. — Park miró la hora. 2:54 am. Se maldecía por haber sido tan descuidado y no evitar que Taehyung hiciera de las suyas. Ni siquiera sabía cuántos dulces se había comido Hari, pero estaba seguro que fueron demasiados. Ni siquiera un niño normal habría salido sano después de eso. Tomó su celular y rogó porque Seok Jin le respondiera. Pero no fue así — Ahhh... Maldición. Tendré que tratarla como una niña humana.

El mayor tomó unos medicamentos y fue hacia su pequeña pelinegra.

— Jimin...

— ¿Cómo te sientes?

— Mal...

— Siéntate. Traje algunas medicinas. Toma estas, te harán sentir mejor.

La menor obedeció al pelinegro y después prosiguió a recostarse para después quedarse profundamente dormida. Jimin se recostó a su lado, por lo que al sentirlo, la pelinegra lo abrazó hasta que ambos se quedaron dormidos.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora