Parte 40

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Las semanas habían pasado y Hari estaba cada vez más confundida y un poco cansada de que Jimin no la dejara en paz ni un segundo.

Después de haberse confesado, Park estuvo demasiado meloso y muy apegado a la menor, haciéndola incomodar un poco.

Jimin intentaba besarla cada vez que tenía oportunidad, por lo que la pelinegra empezó a cuidarse de él con más frecuencia.

Le gustaba Jimin, pero la estaba hostigando demasiado. Tanto que llegó al punto de sentirse algo acosada y se preguntaba frecuentemente si ya no le gustaba Jimin de esa manera.

Sus fuerzas habían vuelto a su cuerpo, por lo que ya no necesitaba estar en cama todo el día y ella agradecía eso.

Estaba recuperando poco a poco su peso perdido y se sentía un poco mejor. Con la excepción de que aún extrañaba a Jungkook.

— Deja eso. — la voz de Jimin detrás de ella la hizo estremecer.

Hari estaba lavando los platos del almuerzo y sintió cómo el pelinegro se colocaba detrás de ella para tomar su cintura con una mano y con la otra tratar de quitarle los platos sucios que ella tenía aún agarrados.

Su cuerpo sintió una corriente pasarle de pies a cabeza y se removió algo incómoda en su lugar, rogando que Jimin no intentara hacer algo como las veces pasadas.

— Pero... Yo...

— No tienes qué hacerlo. — le habló en su oído con la voz baja y gruesa. — Yo lo haré.

Hari, cansada de los acosos de Park, se alejó de él como pudo y lo miró fastidiada. Jimin la miró confundido y dejó los platos donde estaban para mirarla preocupado después.

— ¿Qué pretendes?

— ¿De qué hablas?

— Desde hace unas semanas llevas queriendo tocarme y besarme cuando tienes oportunidad. — Jimin la miró ofendido y soltó un soplido en forma de burla.

— ¿Yo?

— ¡Sí! ¡Tú! — le dijo ya enojada, empujándolo del pecho.

— ¡Auch! Oye, tranquila.

— ¡¿Qué es lo que intentas hacer?!

Jimin la miró asustado y pocos segundos después, empezó a reírse soltando una carcajada. Hari lo miró confundida y lo fulminó con la mirada, pensando que no era nada gracioso lo que estaba intentando hacer.

Lo miró ofendida y comenzó a golpearlo con todas sus fuerzas.

— ¡Auch! ¡Detente! ¡Espera! ¡Hari! — Jimin la tomó de las muñecas como pudo y la miró divertido mientras soltaba algunas risitas — Espera... — Hari intentó librarse de su agarre, pero Park no estaba dispuesto a soltarla.

— Déjame ir. — le advirtió, mirándolo fijamente.

— No. Aún no.

— Jimin...

— ¿Qué tiene de malo el querer besarte?

— El que no quiero que lo hagas.

— ¿En serio? Porque puedo asegurar que, ansias tanto que eso ocurra, al igual que yo. — le dijo acercándose a ella, tomándola aún de las muñecas.

Hari retrocedió sintiendo su corazón latir con fuerza y lo miró amenazante de nuevo.

— Te lo advierto, Jimin. Voy a golpearte.

— Podrás golpearme todo lo que quieras. Pero no podrás hacer que me detenga.

Hari sintió cómo la acorralaba entre el lavabo y su cuerpo, colocándola más nerviosa de lo normal.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora