Little Cat (Jimin y tú) +18

Parte 60

Hari había estado esperando a que Jimin saliera de su habitación para que hablaran, pero Park se negaba a ceder. Estaba tan enojado, que no quería ver a la menor.

Hari estaba en el suelo, acariciando a su pequeño Chimmy, quien se encontraba en sus brazos.

— ¿Por qué no quiere escucharme? — le preguntó a su amigo, mientras acariciaba sus orejas. La puerta se abrió, llamando su atención y se puso de pie para después mirar cómo Jimin salía de su habitación, listo para ir al trabajo — Jimin... — lo llamó, pero el mayor se negó a hacerle caso — Jimin, por favor, hablemos. — le pidió siguiéndolo.

— Se me hace tarde. No tengo tiempo para oír tus mentiras. — Hari lo miró ofendida.

— ¿Mis mentiras? Jimin, yo nunca cedi ante Jungkook. Él ... Él quería...

— Basta, Hari. — la miró enojado — Nos vemos más tarde.

— Pero, Jimin... — y finalmente Park salió del apartamento ignorándola.

Hari sintió sus ojos humedecerse y se sentó en el sofá comenzando a llorar.

Se sentía desesperada, triste, dolida. Estaba enojada con Jungkook por haberla metido en problemas y con Jimin por no querer escucharla.

No quería que Jimin estuviese enojado con ella sin saber qué había pasado realmente.

…

Otro día había pasado. Jimin seguía igual. Seguía enojado con Hari y las cosas empeoraban cada vez más.

El celo de la menor había pasado por completo y ahora se estaba preparando para ir al consultorio con Seok Jin.

Terminó de arreglarse y salió de su habitación para salir al comedor, donde Jimin ya había terminado de desayunar.

La menor miró la mesa buscando su desayuno, pero no lo encontró. Desde el día en que pasó aquel incidente, la menor no había estado comiendo bien. Uno porque no tenía mucho apetito y dos, porque Jimin la miraba mal cuando intentaba hacerse algo para comer. Incluso le había hecho un comentario hiriente, diciéndole que la comida que había ahí él la había comprado y que si tenía hambre, debía ir a pedírselo a Jungkook.

— ¿No ... Hay algo para mí?

— ¿Compraste algo? — Hari permaneció callada y agachó la mirada sintiéndose humillada una vez más.

Park no le dijo nada más. Se puso de pie y tomó sus cosas para querer salir, pero se detuvo al ver a Hari querer ir con él. Jimin la miró extrañado y la empujó levemente, alejándola de él.

— Jimin...

— ¿Qué es lo que quieres?

— Pensé que ... Que me llevarías con Seok Jin.

— Pues, pensaste mal. Si quieres ir al consultorio de Seok Jin, tendrás que ir tú misma. — le dijo para después salir del apartamento y cerrar la puerta.

Hari se quedó de pie en la sala sintiéndose peor que antes. No quería llorar, en serio no quería hacerlo, pero no podía evitarlo. Park estaba siendo realmente cruel con ella. Y ya se estaba cansando de eso.

Limpió con brusquedad la primera lágrima que se había resbalado por su mejilla y se decidió a no dejarse intimidar. Jimin no volvería a humillarla nunca más.

Abrió la puerta del apartamento y la cerró detrás de ella para salir en dirección al consultorio de Seok Jin.

Demostraría que no necesitaba de Jimin y se lo haría saber.