Parte 29

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Dos semanas.

Jimin estaba a punto de morir. Ya habían pasado dos semanas desde que Hari se fue. La soledad y la preocupación lo estaban invadiendo.

No sabía nada de su pequeña. El día que Seok Jin se la llevó, fue muy claro con él. Jimin no sabría nada de ella, porque se suponía que no le importaba.

— Agh... — se quejó mientras daba otra vuelta en su cama.

Se maldecía por ser tan estúpido. Sabía que el estar solo en ese momento era culpa suya. Había sido muy cruel con la pelinegra y había herido sus sentimientos. Jamás olvidaría lo destrozada que estaba Hari el día que dejó su apartamento.

Como cada noche, no podía dormir. Cerraba los ojos tratando de conciliar el sueño, pero le era inútil. Se había acostumbrado tanto a dormir con ella que, ahora no podía dormir tranquilo.

Su apartamento ya no era el mismo de antes. Era más silencioso y más frío. Extrañaba escuchar su voz, extrañaba sentir su presencia y su tacto, extrañaba su compañía. La Extrañaba tanto y ansiaba verla de nuevo, tenerla en sus brazos. La necesitaba.

Dio una última vuelta en su lugar y se sentó en la orilla de la cama. Tomó su celular y le marcó a Seok Jin. No sabía si le respondería, eran las dos de la mañana y Seok Jin no le había respondido desde hace días. Y tampoco le podía marcar a la pelinegra, debido a que había dejado su celular en el apartamento, diciendo que no quería nada de él.

Cuatro, cinco, seis tonos y sonó el buzón. Sabía que pasaría eso.

Necesitaba verla y escucharla. Se sentía fatal. Marcó al número de Taehyung y esperó a que el castaño respondiera, y para su sorpresa, lo hizo.

— ¿Park? — respondió adormilado — Recibo tus llamadas desde hace días. No iba a responderte, mucho menos ahora que son casi las tres de la mañana, pero ya me cansé de ver tu nombre en la pantalla de mi celular.

Jimin se quedó callado unos segundos y finalmente le habló de mal humor.

— ¿Cómo está ella? — Taehyung rodó los ojos y se acomodó en su cama.

— No puedo darte información de ella. Después de todo, no te importa. ¿No es así?

Jimin sacudió su cabello con frustración y le habló tratando de no salirse de control.

— No me vengas con estupideces, Kim. ¿Cómo está Hari?

— ¿Por qué preguntas?

— La extraño. — confesó finalmente.

Taehyung suspiró no sabiendo qué decir. Se pasó una de sus manos por el rostro y negó con la cabeza.

— Vamos, Park. Olvídala. Tenías una vida tranquila y divertida antes de Hari.

— No. Eso no era una vida. — se recostó en su cama — Cuando ella llegó, pude ver las cosas en una perspectiva diferente, Tae. No puedo olvidarla y dejarla ir como si nada.

— Hari no piensa lo mismo. — Jimin frunció su entrecejo y se sentó.

— ¿De qué hablas?

— Hari está dispuesta a olvidarte, Jimin.

— No. Ella no podrá hacerlo.

— ¿Por qué lo dices?

— Yo... Tengo mis razones para decir que, Hari no podrá sacarme de su vida tan fácilmente.

Taehyung tuvo una idea en su mente y se sentó de igual manera.

— ¿Es porque, supuestamente, está enamorada de ti? — preguntó algo molesto — Es egoísta creer que ella no podrá olvidarte porque te ama. Además, su gusto fue pasajero. Es un hecho que te olvidará.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora