Little Cat (Jimin y tú) +18

Parte 55

Una semana había pasado y Hari había vuelto a su vida de siempre. Ahora estaba trabajando de nuevo en la veterinaria y estaba más feliz que nunca.

Ya no le importaba lo que había hablado con So Hye, porque sí, a Hari le había afectado un poco eso, creando muchas inseguridades en su persona, pero todas desaparecieron conforme Jimin le iba demostrando que la amaba realmente. Ahora ya no tenía dudas. Pensaba que eran las malas intenciones de So Hye por los celos que sentía de su relación con Jimin. Por lo que, ya no le dio mucha importancia.

— ¿Tienes hambre? — le preguntó Seok Jin, recibiendo un asentimiento por parte de la menor — Entonces vayamos a almorzar.

El mayor salió de su consultorio con la felina detrás de él y le avisó a su secretaria que saldría con Hari a comer algo.

Cuando ambos ya se encontraban fuera del lugar, Hari miró a su alrededor sintiéndose observada. Seok Jin la miró extrañado y miró a su alrededor de igual manera, pero no encontró nada fuera de lo normal.

— Qué extraño... — susurró la menor para ella misma.

— ¿Pasa algo? — Hari lo miró y negó.

— No. Todo está bien.

— ¿Estás segura?

— Sí. Sólo ... Estaba mirando. Nada malo.

— Okey... — Seok Jin abrió la puerta del copiloto de su auto y le indicó a la menor que subiera.

Una vez dentro del auto, Hari despejó un poco sus pensamientos, ignorando la molestia de sentirse vigilada.

…

— ¿Estás bien? — le preguntó Jimin mirando a la menor, quien ya se encontraba recostada en la cama, lista para dormir.

— ¿Por qué preguntas?

— Porque estos últimos días te he visto bastante angustiada. ¿Pasa algo? — preguntó el mayor sentándose a su lado en la cama.

— Es que... Me siento algo... Mal. — Jimin la miro angustiado.

— ¿Te sientes mal? ¿Qué tienes? ¿Te duele algo? ¿Te sientes enferma? ¿Estás cansada?

— No. Nada de eso. En realidad... Hay algo que me ha estado molestando últimamente.

— ¿Qué cosa?

— Me siento... Observada.

Park frunció su entrecejo.

— ¿Observada?

— Sí. Es como si... Como si alguien estuviese siguiéndome todo el tiempo en cada movimiento que hago, pero cuando miro a mi alrededor, no hay nada. Todos están en sus vidas. — Hari suspiró rendida — Debo estar volviéndome loca.

Jimin soltó una risita y se recostó listo para dormir.

— Creo que debes descansar un poco. Estudias y trabajas al mismo tiempo, debe ser cansado, pero mañana es domingo, ambos tenemos el día libre. Así que, podemos salir a algún lado para despejarnos. Ya sabes.

— Mmm... Preferiría quedarme en casa.

Jimin la miró fijamente.

— ¿Es porque sientes que alguien te vigila?

— Oh, no. En realidad, me gustaría no hacer nada mañana. Sólo dormir.

— ¿Es todo? — la menor asintió con una sonrisa y se abrazó al mayor.

— Sólo quiero estar a tu lado. Estar tranquila y relajada.

— Me agrada. No es mala idea.

— Eso es porque yo la di y soy brillante. — Jimin le sonrió enternecido y acarició su mejilla con cariño.