Parte 63

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Jungkook corrió con todas sus fuerzas, ignorando a todas las personas a su alrededor que los miraban asustados. La menor se sostuvo fuertemente de él y se sintió un poco nerviosa al ver que Jeon se dirigía al oscuro bosque.

— Jungkook ... — lo llamó la pelinegra algo asustada.

"No tengas miedo". Le dijo el felino para después adentrarse en lo profundo del bosque.

Hari cerró los ojos algo asustada y los abrió levemente al oír a las aves nocturnas cantar a la luz de la luna. Su corazón latió con emoción al percatarse de lo hermosa que estaba la noche.

Jungkook no dejaba de correr, por lo que el viento chocaba contra el rostro de la felina, el cual seguía algo mojado por las pocas lágrimas que aún resbalaban de sus tristes ojos.

Una sensación relajante la invadió por completo y rogó para que Jeon no se detuviera jamás.

El viaje le estaba gustando. Incluso la había hecho olvidar el por qué estaba ahí.

Conforme iban avanzando, Hari poco a poco fue viendo una pequeña cabaña en medio del lugar. Jeon se detuvo frente a aquella casa y trató de tranquilizar su respiración para después agacharse y dejar que Hari se bajara.

— ¿Qué es este lugar? — preguntó Hari algo sorprendida.

"Aquí he vivido desde que tengo memoria". Le respondió el joven.

Hari se abrazó a sí misma cubriendo un poco más su cuerpo con el saco y caminó junto a la pantera hasta entrar a la casa, la cual estaba completamente oscura.

Jungkook caminó hacia las escaleras y subió con Hari detrás de él. Llegaron a una habitación y el mayor tomó su forma humana, haciendo que Hari se girara de inmediato.

— ¡Lo siento! — exclamó avergonzada — N-No sabía que ibas a vestirte. Yo... No debí seguirte hasta aquí.

Jeon soltó una risita y comenzó a vestirse.

— ¿Qué tiene de malo? Creo que... Ya nos conocemos muy bien. — Hari se sintió algo incómoda y cuando se dispuso a irse, Jungkook la detuvo haciendo que se girara para verlo de frente y la menor agradeció que ya estuviese vestido. El pelinegro llevó una de sus manos a las sonrojadas mejillas de la menor y la acarició con delicadeza para después mirarla preocupado — ¿Estás mejor? ¿Te hicieron mucho daño? — preguntó para después tomar sus manos y mirar con enojo las marcas en sus muñecas. — Esos malditos...

— No duele tanto. — le respondió cabizbaja — Debes estar pensado que soy una tonta. ¿No?

Jungkook alzó su rostro haciendo que lo mirara y negó.

— Jamás pensaría algo así de ti, Hari y te pido una disculpa si lo he dado a entender antes. Es que... Realmente me enojaba el hecho de que estuvieras con Jimin.

Hari agachó la cabeza disgustada al oír ese nombre.

— No quiero saber nada de él. — habló de manera seca — De hecho, no quiero saber nada de nadie. Ellos me trataban como si yo les perteneciera. Nunca podía elegir hacer algo por mi cuenta. Siempre querían manejarme y se imponían cuando tomaba una decisión. Pero Jimin... Él fue el peor. No importaba cuántas veces lo perdonara. Siempre me decepcionaba.

Jungkook la miró seriamente. Le había hecho saber a la menor que tarde o temprano podría pasar aquello. Y el hecho de verla entristecida en ese momento, le dolía realmente. No quería que Hari estuviese decaída ahora, lo hacía enojarse con aquellos humanos que se habían ganado fácilmente la confianza de la pelinegra.

Hari mantenía la mirada agachada, pero abrió los ojos al tope al sentir los brazos de Jeon rodearla en un abrazo.

La habitación estaba totalmente a oscuras. Lo único que alumbraba el lugar, era la luz de la luna, la cuál entraba por la ventana de una manera espectacular. El silencio que reinaba ahora en el sitio, era bastante cómodo para los dos.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora