Parte 31

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Hari se miraba por milésima vez en el espejo. No sabía lo que podría pasar el día de hoy, pero de algo sí estaba segura. Hoy empezaría una nueva etapa en su vida.

Después de haber aceptado ser la asistente de Seok Jin en su consultorio veterinario, Hari no había dejado de pensar en los peligros que podría correr.

Seok Jin le había obsequiado una banda para el cabello color azul pastel para cubrir sus orejas y poder actuar con normalidad afuera.

No se miraba nada mal. Se veía bastante linda a decir verdad, pero la inseguridad la atacó al pensar en todo lo que podría salir mal.

Si bien, la banda para el cabello cubría sus orejas, pero aún temía de que alguien la descubriera.

— Vaya. — la voz de Jungkook llamó su atención — Te ves muy bien. — le dijo entrando a su habitación — Casi pareces una humana. — Hari lo miró preocupada.

— ¿Casi?

— Sí. — le respondió acercándose a ella. — Casi, de no ser porque eres demasiado hermosa para ser una. — Hari lo miró más aliviada y después le lanzó una mirada fulminante por haberla asustado así.

— Eres tan exagerado. — le dijo mirándose en el espejo de nuevo.

— No lo soy, sólo digo la verdad. Las híbridas son más bonitas. Irradias una belleza impresionante. — Hari comenzó a reírse por los nervios que la empezaban a atacar y negó con la cabeza mirándolo.

— Ya basta. Eres extraño. — le dijo para después darse media vuelta y alejarse de él para dirigirse a su armario y cerrarlo.

— ¿No me crees? — le preguntó siguiéndola, a lo que la menor negó.

— Y a todo esto. ¿Qué haces aquí? — lo miró reprendiéndolo — ¿No sabes tocar la puerta? Pude haber estado desnuda.

— Esa era mi intención. — confesó logrando que Hari lo mirara con mala cara — Pero no tuve tanta suerte.

— Deberías dejar de ser tan directo.

— ¿Por qué? — le preguntó acercándose a ella de una manera peligrosa — ¿Te pongo nerviosa?

Hari retrocedió al verlo acercarse a ella y negó con la cabeza.

— No me pones nerviosa, tonto. Me incomodas. — Hari sintió su espalda chocar con la puerta de su armario y cerró los ojos al percatarse de cómo Jeon la acorralaba en ella. Los abrió de nuevo y sus mejillas se fueron tornando rosas al percatarse de la cercanía de Jungkook — J-Jungkook ... ¿Q-Qué estás haciendo?

— Nada malo, bonita. — dijo acercando su rostro a su cuello, inhalando su aroma.

Hari permaneció quieta mientras sentía a su amigo rozar su nariz contra la sensible piel de su cuello, soltó una risita y trató de empujarlo mientras sentía su corazón acelerarse. Jamás nadie había tenido ese tipo de roses con ella. Sólo había tenido un beso con Jimin y él... Bueno, tal vez sí.

— Ya basta. — le dijo riéndose mientras lo empujaba, alejándolo de ella — Me haces cosquillas.

Jungkook la miró fijamente y le sonrió de manera inocente.

— ¿Cosquillas? — preguntó.

— ¿Qué hora es? — preguntó la menor ignorándolo.

— ¡Hari! — le gritó Seok Jin desde la sala — ¡¿Ya estás lista?!

— ¡Ya voy! — la menor corrió para tomar su pequeña, pero linda mochila y miró a Jungkook — Nos vemos más al rato, Kookie.

— Ya te dije que no me gusta que me llames así. — la fulminó con la mirada.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora