Parte 61

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Hari se levantó del colchón. Jimin aún seguía dormido, por lo que la menor se levantó sin querer despertarlo. Colocó su ropa de nuevo y salió de la habitación en silencio.

Después de haberse dado una ducha, Hari se sentía un poco más relajada. Había estado tensa toda la noche y no había podido dormir bien, debido a que se sentía muy insegura a lado de Jimin.

Se preparó algo en la cocina y se sirvió su desayuno. Miró el pequeño plato de Chimmy y suspiró deprimida. Extrañaba mucho a su amigo. Sólo esperaba que se encontrara bien.

Llevó su plato a la mesa y volvió a la cocina por algo para tomar. Estaba tan metida en sus pensamientos que, se dio un buen susto al sentir a alguien girarla de golpe.

Jimin la miraba más que desesperado. La miró de pies a cabeza y después le dio una mirada enojada.

— ¿Por qué no me detuviste? — Hari lo miró sin entender mucho — ¡¿Por qué no lo hiciste?!

La menor arrugó su entrecejo y agachó la mirada sin saber qué responder.

— Yo...

— No debiste dejar que te tocara. ¡Ya habíamos hablado de eso, Hari!

— No pensé bien. No entendía lo que estaba pasando.

Jimin se alejó de ella mostrando lo frustrado que estaba. Sus ojos estaban cristalizados y Hari aseguró que en cualquier momento caería en llanto.

— No, Hari... No debiste dejarme. ¡No debiste permitirlo!

— No sé por qué te lamentas tanto. Ya pasó.

— No. No puedo sacar de mi cabeza el hecho de verte llorar, Hari. Te toqué sin tu consentimiento. Eso está mal. Muy mal, Hari. — las primeras lágrimas se escaparon de sus ojos y la miró dolido — No quería hacerte daño. — la miró más que entristecido. — Hari... ¿Por qué me dejaste hacerlo?

— Yo... Pensé que no sería algo malo. Ya habíamos hecho algo así antes, pero... Ayer... No fue lo mismo...

Jimin se acercó a ella y la tomó de los hombros, mirándola más que dolido. La miró a los ojos y acunó una de sus mejillas para después unir sus frentes.

Hari no sabía cómo actuar. Sí, no había sentido placer la noche pasada, pero tampoco se imaginó que sería para tanto. Es decir, si era otra persona, entonces sí sería grave para ella, pero si era Jimin, ella no le veía lo malo. Por lo menos, eso había entendido cuando le explicaron sobre un abuso sexual. Por lo que, aunque se haya sentido incómoda, no quería creer que Jimin haya abusado de ella.

— Debiste patearme.

— No entiendo. Tú jamás serías capaz de lastimarme. No veo lo grave del asunto.

Jimin se maldijo al notar la tonta inocencia que aún tenía la menor.

— No. Lo que te hice estuvo mal, Hari. Te dije que nadie podía obligarte a hacer algo que no quieres. Ni siquiera yo, pequeña.

— Todo está bien, Jimin. No pasó a más. — le dijo separándose de él, yendo hacia la mesa para desayunar.

Jimin simplemente no podía dejar de pensar en que Hari sabía que había sido incorrecto, pero que trataba de ignorarlo.

Seok Jin miraba a Jimin con el entrecejo fruncido. Park estaba sentado frente a él y no se veía tan bien. Algo muy extraño estaba pasando. Hari y Jimin estaban comportándose demasiado raro y el mayor estaba preocupado.

— ¿Para qué me hiciste venir? — le preguntó Jimin mirándolo interrogante.

— ¿Qué está pasando? — Park lo miró sin entender — Hari está faltando al trabajo, ya no la llevas ni la vas a buscar, cada día la veo más deprimida e incluso me preocupa que se enferme demasiado todo el tiempo.

Little Cat (Jimin y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora