Abby
-¿Cómo está mi bella durmiente? -la voz de Max me devolvió a la realidad, despertándome del sueño en el que había caído de forma irremediable. Me había tirado con una toalla en el césped que rodeaba la piscina y, con los rayos de sol sobre mi cuerpo, me había quedado completamente dormida.
-Cansada -respondí levantando las gafas. El sol me golpeó en mis ojos sensibles y ligeramente entrecerrados, y yo me giré hacia mi izquierda, allí donde Max se estaba acostando a mi lado.
-Estos últimos días te quedas dormida en cualquier lado -lo dijo con un tono de broma, pero tenía razón. Tan solo dormía, tomaba el sol, comía y volvía a dormir. Era como si mi cuerpo se encontrase constantemente sin energía; como si fuese completamente imposible mantener los ojos abiertos una vez mi cuerpo estaba en reposo. -Igual sería buena idea que fueses al médico... -lo miré a los ojos, y lo supe inmediatamente. Estaba preocupado; estaba realmente preocupado por el hecho de que mi cuerpo se encontrase siempre sin energía.
-Si así te quedas más tranquilo, iré cuando volvamos a Inglaterra -él me dedicó una sonrisa de aprobación, y no necesitó decir nada más para que yo me diese cuenta de lo que realmente quería oír. -Puedes acompañarme si quieres, pero será una tontería. Puede que sea falta de vitaminas...
-Pues no será por lo que comes -su comentario hizo que mi boca se abriese de par en par, tanto que pensé que se me desencajaría la mandíbula. Max simplemente rio a carcajadas, como si aquel comentario maligno fuese lo mejor que había dicho en mucho tiempo.
-Eres un capullo -protesté golpeando su brazo mientras él fingía que le había hecho daño.
-Es la verdad -rio de forma nerviosa. -Últimamente solo comes o duermes -aquello era algo que no podía negar. Los días habían pasado y, con ellos, se había ido mi energía. Ni siquiera era capaz de terminar el día en pie si no dormía al menos una hora después de comer. Era como mi pequeño rato para recuperar energía. -Abby, ¿por qué no vamos al médico aquí?
-Max, no es nada, de verdad -expliqué sonriéndole, intentando tranquilizarlo y que su preocupación fuese disminuyendo. Pero no fue así. Su gesto de preocupación seguía presente, y me atrevería a decir que no había nada que pudiese ser capaz de borrarlo.
-Abby, te pago yo los análisis...
-No es por el dinero, Max... Es simplemente que no me pasa nada grave.
-Eso no lo sabes.
-Max...
-Por favor, Abby... Me quedo más tranquilo si vamos. Llevamos 15 días aquí y quiero disfrutar los pocos días que nos quedan sin preocuparme por si estás bien o no -exhalé profundamente, porque sabía que no se daría por vencido. Jamás lo hacía. Por más que intentase hacer que cambiase de idea, aquello siempre era imposible cuando se trataba de Max.
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Incontrolable | Max Verstappen +18 (Imparable Libro 2)
RomanceSe separaron. Ella tomó el camino de la derecha, y él tomó el de la izquierda. Pero olvidaron que el mundo es redondo. Libro 2 de la saga Imparable | Max Verstappen.