XLVI.

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Oxfordshire, Inglaterra (31 de diciembre de 2022)

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Oxfordshire, Inglaterra (31 de diciembre de 2022)

Abby

Me miré una vez más en el espejo, todavía dudando de si aquel era el vestido que llevaría para la fiesta en casa de los Horner. Era el día de fin de año y, como ya era tradición, lo celebraríamos en su casa. Y digo celebraríamos porque allí estaría todo el mundo relacionado con Red Bull. Pierre, Yuki e incluso Heidi y Daniel, que estaba de vuelta en el equipo.

-¿Qué te parece? -le pregunté a Max mirándome en el espejo de la entrada de mi casa. Me había puesto un vestido de lentejuelas color champagne, realmente corto pero de manga larga y un escote ligeramente pronunciado. El cinturón, de la misma tela, estaba justamente por debajo de los pechos para acentuar la barriga que, de momento, seguía siendo pequeña.

-Me parece que estás guapísima, Abby -con sus manos, colocó perfectamente el ligero vuelo de la falda del vestido.

-Necesito que me crezca más la barriga -dije poniéndome de perfil frente al espejo, pasando las manos por mi vientre para pegar la tela del vestido al cuerpo para trazar la silueta. -Parece que estoy gorda en vez de embarazada...

-Yo te veo perfecta, incluso mejor que antes de estar embarazada -sonreí ante el espejo, viendo cómo Max me abrazaba por la espalda. Se había puesto una de sus camisas blancas de manga larga y unos vaqueros desgastados. Quizá no era lo más glamuroso, pero a él le sentaba de miedo.

-No sé... no estoy segura -suspiré profundamente, volviendo a mirarme en el espejo, analizando cada pliegue del vestido.

-Abby, te has probado más de veinte vestidos en la tienda y te has llevado este -Max estaba intentando controlar su risa, pero era prácticamente imposible. Y no le culpaba porque, en otra situación, probablemente yo también estaría riendo. -Te queda perfecto; eres una embarazada jodidamente sexy.

-Creo que no tenemos el mismo concepto de sexy -reí ligeramente peinando el cabello con mis propias manos. Lo llevaría así; suelto, cayendo por la espalda.

-Vamos, mírate -exigió algo frustrado. -Tienes buenos pechos... Te han crecido últimamente, algo que me encanta. No descartes tener más hijos, por favor -bromeó, haciendo que yo volviese a reír. -Tienes una barriga pequeña pero preciosa, unas piernas de infarto... ¿Qué más quieres, Abby?

Suspiré profundamente, porque quizá tenía razón y tan solo estaba sacando defectos donde no había. Lo miré a él a través del espejo y estaba que quitaba el sentido. Miré el reloj de mi muñeca, contemplando cuánto tiempo quedaba para que tuviésemos que irnos y calculando cuánto me llevaría quitarle aquella camisa.

No había tiempo físico para poder hacerlo.

Chasqueé la lengua, algo decepcionada, porque me moría por desnudarlo poco a poco. Pero teníamos que irnos, y es que ya llegábamos tarde. Siempre llegábamos tarde, y aquello era algo que Christian odiaba. Y, de hecho, había empezado a pensar que a Max le encantaba molestarle y era por eso que salíamos siempre con tanto retraso.

Incontrolable | Max Verstappen +18 (Imparable Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora