😎<<{Lucien}>>😎
Otra semana ha pasado junto a mi pequeña invisible, tengo toda la intención de que esto sea para siempre, de hecho hablé con Oliver y Louis.
Me transfirieron a la mafia Italiana, con autorización de Adaris, porque por más que ellos sean los boss, ella es la reina y la máxima autoridad en las mafias.
Así que prácticamente me mudé aquí, no pienso irme de su lado nunca más, tantos años intentando evitarlo, porque sabía que es mucha mujer para un solo hombre.
Pero todo eso terminó, encontró a los gemelos, parecen buenos, se nota que la quieren y la cuidan, me llevo bien con ellos, nos entendimos y le agarramos la mano enseguida a esto de compartir.
Bueno, ellosestán acostumbrados, vinieron en paquete de dos, pero yo no, nunca compartí nada más que a ella, pero me venía haciendo a la idea desde antes.
Prácticamente fue idea mía en algún punto, sabía que le gustaba a ella, pero no soy suficiente para ella.
Edeline: ¿En qué piensas?
Estamos los cuatro en su habitación acostados viendo una película, debo decir que aunque su hermana no tuviera la intención de que alguien de su familia siguiera sus pasos, puso camas extremadamente grandes para una sola persona.
Supongo que su idea era que tuvieran todo lo necesario, sea lo que sea que elijan.
Lucien: En lo hermosa que eres.
No es exactamente así, pero no es mentira tampoco.
Sus mejillas se ponen de un tono rosado que la hace ver adorable, siempre se ve así, inocente, inofensiva, sé que es todo lo contrario, está mal lo que voy a decir.
Pero de cierto modo, me gusta que todavía los gemelos no sepan de lo que mi pequeña es capaz, llevo años conociéndola y no me es agradable que unos hombres que conozco hace unos meses abran la caja de Pandora tan fácil.
Es inteligente, confía lo suficiente en ellos para permitirles estar cerca de su familia, pero no lo suficientepara que sepan lo que son y los peligros que eso acarrea.
Yo los sé, soy parte de ello, siempre supe que así sería y estoy con eso, no me imagino haciendo otra cosa.
Está apoyada en mi pecho, cuando levanta su rostro para conectar nuestros ojos, veo vacilación en ellos, miedo, todo eso antes de que junte nuestros labios.
Sabe jodidamente dulce, mejor de lo que hubiera imaginado alguna vez, no es nuestro primer beso, pero cada vez que lo hacemos se siente único.
El calor empieza a florecer en nosotros, la intensidad sube y me veo apretando su cadera con una mano intentando controlarme, usando esa conexión como un ancla para mis impulsos.
Es algo que ella no parece querer, ya que se sube a horcajadas a mi regazo, rompemos el beso cuando nos falta el aire, respirando agitadamente.
La sostengo de las caderas para que se quede quieta sobre mi erección porque creo que sí hace el más mínimo movimiento, la voy a poner sobre su espalda y la voy a follar.
Lucien: Quieta. —gruño.
Se muerde el labio inferior atrayendo mi atención a ellos, levanto mi torso hasta que estoy lo suficiente cerca para volver a besarla y la muerdo antes de separarme otra vez
Empieza a hacer un vaivén lento sobre mi polla haciéndome apretar más fuerte sus caderas.
Eso va a dejar moretones mañana.
No parece importarle porque sigue moviéndose y soltando leves gemidos que llegan directo a mi erección, haciéndomesoltar un poco de líquido pre seminal.
Mattia: Rouge (rojo) lo estás haciendo sufrir.
Se queda quieta ante eso y lo ve antes de volver su mirada a mí.
Edeline: ¿Te estabahaciendo mal?
Se ve afligida, de verdad piensa que me estaba lastimando y yo solo sufría de necesidad, de placer, porque eran tan placenteros los movimientos que podría haberme corrido en mis pantalones.
Matteo: No miel, pero no tenemos el suficiente autocontrol para que estén haciendo eso y nosotros no queramos enterrarnos en ti.
Sus mejillas, cuello y diría que hasta sus pechos se vuelven de un hermoso color rojo.
Edeline: Yo... yo quiero eso. —susurra.
Lucien: ¿Estás segura? No quiero que te sientas presionada pequeña.
Niega con la cabeza.
Edeline: No es así, quiero eso —hace una mueca— lo vengo pensandohace un tiempo.
Jodida mierda.
Ella quiere dejar de ser virgen.
Con nosotros.
Y yo igual.
Matteo: ¿Cómo te estabas sintiendo montando la polla de tu novio? Miel.
Veo sus pupilas dilatarse ante sus palabras, la agitación de su pecho se vuelve irregular, la excitación en cada poro de su cuerpo.
Edeline: Con calor, cómo si algo dentro de mí se estuviera prendiendo fuego.
Habla tan bajo que apenas podemos oírle, lo excitada y vulnerable que se ve ahora la vuelve terriblemente adorable.
Mattia: ¿Estás mojada? Rouge (rojo).
Se muerde el labio inferior con un poco de vergüenza antes de asentir con la cabeza.
Matteo: ¿Quieres que uno de tus novios tome tu cereza? —no contesta— habla miel, no podemos ayudarte si no nos dices.
Mattia: ¿Quieres que rompamos tu himen? Rouge (rojo).
Edeline: Sí.
Lucien: Joder, ¿Estás segura? —asiente— ¿Quién pequeña?
Edeline: Me gustaría que fueras tú.
No me jodas.
Lucien: ¿Yo? No quieres a alguien que tenga más experiencia para tu primera vez.
Edeline: No, quiero que ambos tengamos la primera vez juntos.
Matteo: Estoy de acuerdo.
Mattia: ¿Cómo te gustaría que fuese? Rouge (rojo).
La cara se le vuelve a teñir de rosa, agacha la mirada y murmura las siguientes palabras.
Edeline: Quiero... que me aten a la cama.
Jodida.
Mierda.
Con solo esas palabras pude haberme corrido.
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Edeline. 2°
RomanceSegundo libro de la saga Legado. (Independientes) ¿Que opinas si te dijera que un casi accidente automovilístico podría cambiar totalmente tu vida? No me crees, ¿no? Pues eso es lo que le paso a Edeline y a los gemelos Vitale, su vida dio un vuelco...