Edeline. 2°

🔥EPILOGO🔥

EDITADO.

Dedicado a todos aquellos fieles lectores, que hicieron sus recomendaciones, sepan que esto no lo escribí yo sola sino ustedes también.
Gente sus gustos son tan variados que tuve que elegir un combate de dos comentarios así que ahí les va...

4 años después...

🪖<<{William}>>🪖

Edeline: ¡Más fuerte, Alessandra!

Le grita mi mujer a nuestrahija, es oficialmente su último día de entrenamiento, ya es toda una mujercita de 19 años, nuestrohijoTomasso ya tiene 12 años.

Me enorgullece decir que mis hijos son unos prodigios, Aless es la pastelera y chef más famosa del mundo, con los libros de recetas más vendidos.

Nunca supo que entre su madre y nosotros compramos al menos 50 unidades de cada libro, no me avergüenza decir que cada uno de nosotros tiene uno en su trabajo, y todos los lugares habituales paranosotros.

Para que cuando alguien pregunte por ellos orgullosamentedecir, mi hija es la mejor cocinera del mundo, vendió 10000 copias de su primer recetario a sus 16 años, y después decir, mira, tengo uno aquí, quieres verlo.

Y Tomasso, él es el artista mejor cotizado desde hace dos años, las clases de arte perfeccionaron su técnica, pero la inspiración a sus hermosos cuadros vino de otra parte.

Esa parte tiene como nombre Atenea, su musa, como él le dice, ella es libre de ver sus obras antes de tiempo, mientras que al resto de nosotros nos hace esperar hasta terminarlo.

Fue contratado por variosmultimillonarios para hacer su retrato familiar, varios líderes de mafias también y se negó, solo una familia tiene ese beneficio.

La nuestra.

Estuvo haciendo nuestro retrato aproximadamente 6 meses, en los que solo salía para el entrenamiento y sus clases de abogacía.

Secretamente me enteré de que hizo varios retratos de Atenea de los que nadie sabe más que él y Junior, y por secretamente quiero decir que me escondí detrás de una pared mientras hablaban.

Y nuestras mellizas tienen 3 años ahora, díganme papá baboso, pero son hermosas como su madre, no se parecen mucho entre ellas, una es rubia y de ojos celestes, la otra es pelinegra de ojos mieles como mi castaña.

Y aunque son mellizas y todo eso, supimos desde un principio que iban a ser diferentes, pues sus padres no son los mismos.

Pero hay algo que comparten, el amor por el silencio de Edeline e Isaac, oh sí, ese padrino suyo que les pego el gusto, ahora una vez a la semana ellos cuatro se escapan al bosque para escuchar sus sonidos.

También dos veces a la semana, Hera y Afrodita, las mellizas, hacen yoga y meditación, la fase inicial del entrenamiento que hace la familia, con eso empiezan.

Veo a mi castaña abrazar con fuerza a Aless, en estos cuatro años terminó su carrera de militar y el entrenamiento de la familia, aparte de hacerse mundialmente famosa por sus exquisitos pasteles y recetas.

Edeline, Isaac y los trillizos aún no toman el mando de las mafias, Adaris aún sigue en pie, más fuerte que nunca, igual nuestra mujer no podría ahora, entre las mellizas y el embarazo de 4 meses termina muy cansada en las noches.

¿No les dije?

Decidimos tener otro hijo más, y como con los 4 anteriores, la familia está rebosante de alegría, y nosotros ni hablar, desde que nos enteramos de que iba a ser un niño estamos saltando en una pata.

Al fin alguien que nos apoye con nuestramujer cuando los mocosos se le acercan a nuestras hijas y no hablo solo de las mellizas.

Alessandra se volvió una mujer hermosa, el entrenamiento formó su cuerpo y es llamativa para los hombres, aún no se siente lista para una pareja o siquiera para estar a solas mucho tiempo con un hombre.

Pero ha avanzado enormemente, ya no se tensa o deja de respirar cuando uno se le acerca, ya no le teme a los hombres de Adaris que cuidan la casa y puede hacer pijamadas con los trillizos, Junior y Tomasso.

No nombró a Isaac, porque él no hace esas cosas, el maduro rápido por desgracia, pero es un buen hombre.

Edeline: ¿Puedes creer que nuestra niña ya es una mujer exitosa y recibida?

Cómo no hacerlo, vi cada pasó, cada caída, cada raspón y moretón, cada lágrima de dolor, pero pudo, tal como mi castaña dijo, son D'Angelo, ellos pueden con todo.

William: El tiempo pasa rápido y agradezco que sea al lado de las mujeres que amo.

Alessandra: No seas cursi papá.

William: ¡Mocosa! —le apuntó con el dedo índice— cuando volvamos a la casa le voy a decir a tu papáMatteo que me dijiste cursi.

Alessandra: Yo le voy a decir que me dijiste mocosa ¡Ja! Vamos a ver a quien defiende ahora.

Es nuestra ley, podrán armar una masacre, pelearse con el presidente, explotar un edificio, pero siempre vamos a estar del lado de la familia.

Edeline: Ya, ya, niños no peleen, no molesten al bebé.

Alessandra: Sí, papá molestas a mi hermanito, sigue así y le voy a decir a mamá que te deje, tiene muchos pretendientes por ahí dando vueltas que tranquilamente querrían ser nuestro padre.

Pendeja.

William: ¡Mocosa malcriada! ¡¿Tienes seis padres cuántos más quieres?!

Edeline: ¡Se calman! ¿O prefieren que los calme? Estoy abierta a una cacería, no me tienten.

William: Está bien, me rindo —levantó ambas manos— ¿Qué tal el saco, sigue vivo?

Alessandra: Ni idea, mamá me hizo pegarle más fuerte, después de cuatro años no creo que sienta muchos de mis golpes, pero los disparos sí.

María, es el saco de boxeo de mi hija desde que comenzó a entrenar, mi mujer le había cortado los dedos en presencia de los gemelos, pero un día se levantó con ganas de cortarle algo más...

Así que vino con una de las cuchillas nuevas de Alessandra y "fileteó" sus nalgas, después volvió a cauterizar, y entendí el asco que sintieron los gemelos al comer la carne aquella vez.

Por si se preguntan qué hizo con los filetes de nalga que hizo, los cocinó y se los dio de comer a María, un asco, lo sé, pero volvió tan feliz y excitada a la casa que no nos dio tiempo a preguntarle nada.

Nos casamos poco antes de que nacieran las mellizas, en una ceremonia íntima como mi castaña quería, y fue uno de los días más felices de mi vida.

Verla caminando del brazo de Dimitri hacia el altar con ese vestido blanco que resaltaba su bello y redondo vientre, nos paró el corazón a los seis y claro, Renzo, Lucien y yo fuimos los sentimentales que lloraron.

Los otros se hicieron los fuertes, mientras parpadeaban para que las lágrimas no cayeran.

Y por esa razón, nosotros ligamos más sexo en nuestra mini luna de miel que ellos.