Edeline. 2°

🔥CAPITULO 49🔥

💘<<{Edeline}>>💘

💬Tormenta: La tienes en la jaula del campo de tiro.

No contestó, no es como si esperara mi respuesta, la atrapó y ahora no se va a mover de ahí en mucho, mucho tiempo, la muerte de mi rubia no se va a pagar en una semana de tortura.

Tampoco en 5 o 6.

Me bañé después de terminar de incendiar el burdel, hablé con mis hombres y todos y cada uno de ellos se volvió a disculpar y me dio el pésame.

El entierro de Anne es mañana en el fondo del bosque, dónde pueda visitarla siempre, llevarle flores y hablarle.

Hablo sola, que le hable a una lápida no va a hacer la diferencia ¿No?

Me duele el pecho, no tener más a la rubia a mi alrededor, pero sé que la volveré a encontrar en la otra vida, en el infierno no, ella era buena.

Renzo: ¿Dónde vamos nena?

Los estoy llevando conmigo al refugio para personas víctimas de abuso y violencia que fundó mi hermana hace varios años.

Me llamo antes de que me entre a bañar que la niña que rescate, Alessandra, me quiere a mí, que no se va a dejar hacer estudios, ni hablar con los psicólogos a menos que yo esté con ella.

No sé qué vio en mí que la hizo confiar, tal vez fue el hecho de haberla sacado de ahí o no sé, pero voy a ayudarla con todo lo que pueda.

Siento la necesidad de cuidar de ella, como si hacerlo con ella calmaría los intentos que tenía de hacerlo con Anne, sé que no es lo mismo, pero va a aliviar mi alma ayudarla.

Edeline: Vamos a ayudar a las mujeres rescatadas del burdel.

Varias de ellas no tienen familias o sus padres las dieron como pago de una deuda, las que sí tienendonde quedarse se van a sus hogares y seguirán recibiendo ayuda desde donde estén.

Me estacionó y le indico a mis hombres que bajen, rescatamos en total 18 mujeres de distintas edades, y están necesitando personal que acompañe a algunas a sus hogares y les expliqué a sus familias dónde estaban y que les sucedió en todo este tiempo desaparecidas.

Porque aunque muchos lo niegan, la respuesta más obvia a la que llegan todos es: se escapó con algún hombre. Y déjenme decirles que no es así en muchos, por no decir la mayoría de los casos.

Entramos a las instalaciones dentro está dividido por cubículos, todo con perfiles de tela, para que sientan la sensación de privacidad, pero también que no están solas o solos, cómo sea el caso.

Voy hacia mi hermana que me espera con los brazos abiertos y sin pensarlo me hundo en ellos, en un abrazo protector y seguro como todos los que me da.

Adaris: Lo siento mucho enana.

Niego con la cabeza.

Edeline: No estamosaquípara llorar, mi rubia no querría eso, estamosaquípara ayudar a estas mujeres que sufrieron un infierno, ahora dime dónde está mi niña.

Le digo refiriéndome a la adolescente que rescaté.

Me señala el último cubículo.

Adaris: Está muy mal, no quiere que nadie se acerque, sigue repitiendo que quiere ver a la mujer del chaleco.

Es claro que no sabe mi nombre, nunca se lo dije, tampoco creí que llegase a desarrollar algún tipo de sentimiento de seguridad conmigo, pero no importa, si es lo que necesita, se lo voy a dar.

Tengo la sensación de que esa niñame va a acompañar toda la vida.

Voy hacia el último cubículo, entro y veo la intención de la niña de gritar antes de darse cuenta de que era yo y saltar a mis brazos.

Mierda, no pensé que estuviera tan desesperada por un ala protectora. Esto es algo que haría mi hermana, no sé cómo proceder, pero aprenderé sobre la marcha.

La estrechó en un abrazo que transmite calma y seguridad cuando los sollozos empiezan a salir de ella.

Edeline: Tranquila Alessandra, aquí no te va a volver a pasar nada.

Alessandra: Tengo miedo.

Edeline: Lo sé, y no puedo hacer nada más que estar contigo para que se te pase, sé que sufriste, no sé cuánto, pero aquí, no tienes que preocuparte, te voy a contar un secreto.

Despega su rostro de mi torso para mirarme a los ojos, tiene los ojos negros y brillan con la luz que brinda el foco, el pelo igual o más oscuro que ellos y tan largo y lacio que podría llevarle a la cintura.

Es un ser hermoso, pero tiene tanto miedo y debilidad en su mirar.

Edeline: Conozco a una mujer que sufrió lo mismo que ustedes por varios, varios años, tú ya la conociste, pero no fuiste capaz de notarlo en ella, porque renació de su dolor, se hizo fuerte y vivió.

Alessandra: ¿Es la mujer de pelo negro que te abrazo?

Estuvo mirando todo el tiempo.

Edeline: Si, ella es mi hermana, y por casi diez años fue... abusada y golpeada —es chica, pero después de sufrirlo sabe exactamente de lo que le hablo, pero lo digo lento, no queriendo causar alguna reacción negativa en ella.

Alessandra: ¿Y qué hizo?

Edeline: Lucho, por mí, por los hombres que ama, por ella y se vengó de cada uno de ellos —se estremece— no te asustes, tu no tienes que hacer esa parte, yo ya la hice por ti, no vas a tener que ver nunca más a esos hombres.

<<Los maté y ahora eres libre de vivir como tú quieras.>>

Alessandra: No tengo familia ni lugar a donde ir.

Esa parte me interesa saber, según mi hermana no quiso decirle nada, pero por lo que investigo tiene un tío y un primo chiquito de 6 años que se queda con él.

Edeline: ¿Qué pasa con tu tío?

Se suelta abruptamente de mí y se sienta en el suelo en la esquina del cubículo con las rodillas en sus piernas y negando frenéticamente con la cabeza.

Alessandra: No, por favor, no me lleves con él.

Entiendo que no es buena persona, al parecer.

Edeline: No lo haré si es lo que quieres, pero ¿Quieres contarme por qué?

Esconde su rostro en sus manos antes de susurrar o eso creo, quizás las manos tapan lo alto de su voz.

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En unos minutos les subo la otra parte.

Dejen sus comentarios gentuli, cual les gustaria que fuese el final perfecto para esta historia.