🔥CAPITULO 52🔥

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EDITADO.

🧵<<{Mattia}>>🧵

Nos llamó sus prometidos.

¿Eso quiere decir que no nos va a volver a dejar?

¿O quiere ser viuda?

Mientras sea a su lado no me quejo.

Estos últimos días conocimos facetas de ella que nos han hecho obsesionarnos más de lo que ya estábamos, verla disparar, asesinar y torturar, solo reafirmó lo que ya sabíamos.

Que es sin lugar a dudas una reina.

No una delicada y necesitada de protección, si no, una fuerte, capaz e intimidante.

Sabe muchos trucos que ni los mejores sicarios sabrían, tiene reflejos más rápidos que los nuestros y un carácter que varía entre una cariñosa niña y un demonio.

Lucien: Va a adoptarlos.

Declara, nos alejamos un poco de nuestra mujer para que pudiera despedirse adecuadamente de Ann, hace unos minutos terminó en entierro y Adaris se llevó a la casa a los niños para que pudieran cambiarse y comer algo.

Andrei: Esos niños se merecen lo que me dieron a mí.

Nos contó que la hermana de mi Rouge (rojo) lo ubico en una familia muy buena y lo aman mucho, incluso parecen siameses con William.

William: Y lo tendrán, pero hay un problema.

Matteo: ¿Cuál?

Renzo: Es simple, dijo que los iba a adoptar, pero no que tendrían padres.

Yo daba por hecho que eran nuestros, nunca me puse a pensar que consideraba hacerlo sola.

Lucien: Quizás cree que no queremos.

Andrei: ¿Si le preguntamos?

¿Querrá? O sentirá que nos está obligando a ser padres.

[•••]

Volvimos a la casa, nos cambiamos, a mi copia y a mí nos hizo montarnos en un auto, no tengo idea de a dónde nos está llevando, ni porque agarro preservativos, pero si es lo que creo que va a hacer no me quejo.

Nunca lo hicimos los tres solos, y me ataca la desesperación y emoción al creer que eso es justo, por lo que nos está llevando lejos del resto.

Hemos follado desde que volvimos, mucho, en verdad demasiado, su coño debería estar lastimado de tantas veces que lo hacemos en el día, o la noche, o la madrugada, bueno así se entiende.

Pero la cosa es que siempre estamos los seis, siempre tenemos un turno cada uno, o una porción de ella, y es sumamente excitante ver su rostro contraerse del placer que le brindan tres pollas.

Un gusto que he adquirido ahora, ser voyerista nunca me había llamado la atención, hasta que vi la imagen de mi mujer desarmarse en un orgasmo.

Matteo: ¿A dónde vamos? Miel.

Edeline: Ya llegamos —miro por la ventana, es verdad, estamos en un campo enorme que tiene una casa humilde y un granero, están en muy buen estado, a lo lejos se ven tiros al blanco.

Debe ser el lugar donde entrena con armas, de largo alcance, porque esas personas de papel están demasiado lejos.

Mattia: ¿Vinimos a disparar?

Edeline: No, saben, antes del entierro estuve hablando con Addy, quería saber cómo herir a una mujer que está obsesionada con tus hombres y no entiende razones.

Matteo: ¿Qué te dijo?

Edeline: Que haga lo que ella hizo —sonríe de lado— que me folle a mis hombres frente a ella.

Mierda.

¿Tiene a Maria?

Joder sí.

No porque una cualquiera nos vaya a mirar, sino porque voy a volver a sentir su húmedo calor. Aunque lo sintamos todos muchas veces al día.

Ahora que lo pienso, está caliente casi las 24 hs del día, tengo que anotar mentalmente que tengo que llevarla al médico ahora que volvimos a Sicilia.

Lo vamos a hacer la semana que viene, porque en 5 días es su graduación, se adelantó gracias a una generosa donación a la universidad.

Si puede hacer eso y sin la rubia ahí, no había más nada que le atrajera, pero no se iba a ir sin su certificado, estuvo yendo varios años por ese papel, no se va a quedar sin él.

No es que lo necesite, es superinteligente, pero según ella, su tiempo vale y mínimo quiere ese papel.

Entramos directamente al granero, es... no es lo que esperaba, pensaba encontrar heno, animales o algo así, pero aquí hay armas de todos los tamaños, de largo y corto alcance, municiones, cadenas, navajas, ¿pinzas eléctricas?, ¿Es un Potrò?

Este último era un instrumento y un método de tortura en el que el acusado era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno. Al girar, el torno tiraba de las extremidades en sentidos diferentes, dislocándolas, pero también pudiendo llegar a desmembrar.

Edeline: Vengan.

La seguimos a una... jaula, en ella se encuentra María, dormida, desmayada o muerta en una esquina.

Edeline: Me pasas ese baldegruñoncito.

Le da el balde que estaba lleno de agua y le lanza todo el contenido a María, haciéndola despertar, exaltada y tosiendo.

Edeline: Bueno, al fin despiertas preciosa, hoy te voy a dar una clase especial, de anatomía humana, pero primero vamos a adentrarte en una silla.

La levanta con facilidad por lo débil que está y la sienta tal cual dijo, sujeta sus manos y pies con esposas que la silla ya tenía.

Edeline: Perfecto, empezaremos por el sistema reproductor masculino.

No debería estar duro por lo que está haciendo, ¿no?, Pero la tienda de campaña en mis pantalones no opina lo mismo.

Se arrodilla frente a nosotros y con una paciencia que en estos momentos odio, desabrocha y nos baja los pantalones y el bóxer, dejando afuera nuestras erecciones.

María: Esas las conozco bien.

Edeline: Lo sé, y como sé que te gustan tanto, es que te regaló una última mirada antes de que te quedes sin ojos.

<<Empecemos y la alumna en silencio, no me gustaría tener que castigarte, o quizás sí, ya veremos.>>

Agarra nuestras pollas y les da un beso largo a la punta junto con un lametón de tronco a punta a cada una, luego las levanta.

Edeline: vez estos —roza su nariz con el fondo de nuestros huevos— son los testículos —les da un beso a cada uno.

Mierda, no me puedo venir por un par de besos.

<< Y esto —besó el borde posterior del testículo— es el epidídimo, dónde maduran y se almacenan mis futuros hijos.>>

Aprieto las muelas para no parecer un adolescente precoz que lanza su carga al primer suspiro cerca de su polla.

Matteo: Miel, nos estás matando.

Edeline. 2°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora