💘<<{Edeline}>>💘
Estoy cabreada, mucho, preguntarán ¿Por qué? Dejen explicó.
Anne no volvió a dormir anoche, llamó avisando que se quedaría en su casa, que me avisa si aparecen sus padres, que está bien, que no me preocupe.
No van a volver, pero eso ella no lo sabe, está fuera de peligro, de todos los que se le podrían presentar, pero aun así me enoja que no venga a dormir conmigo.
Y digo conmigo, porque anoche Renzo y Lucien no quisieron compartir cama, pasaron la noche con Andrei hablando o no sé qué mierda.
Esa es la segunda cosa que me cabreo y por último Dimitri, prácticamente me obligó a acompañarlo, a mostrarle unos lugares a Andrei o Liam como se llama ahora, me alegro de que le tenga confianza o lo que sea, pero ¿por qué tengo que ir yo? Qué mierda de trato hicieron con él para que todos, incluyendo a mis novios, quieran que estemos juntos.
Andrei ven a dormir a nuestra ala y pasa toda la noche con nosotros ignorando a nuestra novia, Andrei siéntate al lado de la enana en el desayuno, Andrei la enana nos va a acompañar a mostrarte el Averno y algunos sitios de Sicilia.
Porque se gastan tanto, ni que se vaya a quedar a vivir aquí, tiene a su familia en Estados Unidos, seguro tiene esposa e hijos, no sé, pero no le veo lo bueno a que me involucren en todos los planes del castaño, si lo quieren tanto porque no pasan tiempo ellos con él.
Dimitri: No te enojes enana, sabes que todo lo que hacemos es por tu bien.
Edeline: ¿Cuál es el bien que hacen poniéndome todo el día al lado deAndrei?
Dimitri: Dile Liam enana, nadie sabe ese nombre, y te guste o no, nos vas a acompañar, es mi última palabra.
Edeline: No es justo Lucifer, espero algo a cambio de mi tiempo.
Dimitri: Salieron igual a Adaris —niega con la cabeza y una sonrisa— ¿Si te hago esas galletas que te gustan tanto?
Lo pienso.
Edeline: Tres bandejas.
Dimitri: Una.
Edeline: Dos y una presa para tormenta y para mí.
Dimitri: Hecho.
Si, ahora, si puedo acompañarlo con la sonrisa más grande del mundo, voy a tener mis galletas y alguien a quien matar con mi tormenta.
Andrei: ¿Tengo que seguir fingiendo que no estoy aquí mientras se debaten si quiere ir o no?
Es verdad, escucho todo desde el asiento trasero de la camioneta de Dimitri.
Dimitri: Ella dijo que está feliz de acompañarnos. ¿No oiste?
Me río, Sí, después de hacer un trato, por supuesto.
Andrei: ¿En serio eso vale tu compañía? ¿Comida?
Edeline: Primero mi tiempo vale, segundo la comida es importante, a las personas se las conquista por el estómago y tercero vale eso y una presa.
Andrei: ¿Un animal? ¿Les gustacazar a los principitos?
Edeline: Nos gustacazar, sí, pero no son animales.
Andrei: Mierda princesita, eso es caliente.
Dimitri: Cuidado con lo que dices delante de mi niño, que si no te matamos antes puedo hacerlo ahora.
Cierra la boca de golpe, cagón, Queclase de... como dijo ¿teniente coronel?, no sé cómo sea, qué clase de militar le tiene miedo a un mafioso.
[•••]
Visitamos el Averno, que por cierto le encantó, según él su hermano estaría encantado de pasar varios días aquí luchando, y por alguna razón que desconozco le dije que lo invite a venir si quiere, que lo podemos ubicar en una habitación de huéspedes o en el ala para eso.
Dimitri nos ha llevado también a mostrarle el bosque, la cabaña, el centro que ya conoce porque por ahí me siguio y por último Andrei pidió conocer la universidad donde estudio yo.
Claro que mi hermano acepto,asi que ahora nos encontramos con hambre esperando nuestro almuerzo en el restaurante de enfrente, mismo donde siempre como con mis novios y mi novia.
Andrei: Entonces, ¿Aquí es donde vienes a comer seguido?
Edeline: ¿Eso importa?
Andrei: Claro, quiero conocer todo de ti.
Edeline: ¿Para qué?
Andrei: Porque...
...: Edeline.
Levanto mi mirada a la persona que dijo mi nombre en un gruñido, por supuesto que tenían que ser los gemelos, quien más seria tan estúpido de interrumpir mi comida.
Edeline: ¿Qué?
Mattia: ¿Podemos hablar?, por favor Rouge (rojo)
Edeline: Ya no me interesa lo que tengan para decir.
Matteo: ¿De dónde conoces a este?
Arqueo una ceja, quien se cree.
Edeline: Que te importa —miro a sus costados— ¿Dónde está su puta?
Matteo: Eres nuestra.
Dimitri: No es de nadie, no se equivoquen.
Matteo: Ella eligió ser nuestra.
Edeline: Antes de verlos con su puta.
Mattia: No es nada nuestroRouge (rojo).
Dimitri: Eso no fue lo que vimos por las cámaras del shopping, mi hijo les advirtió que no la lastimaran, al parecer eso no fue suficiente,ahora me van a escuchar ami, ellaahoraesta bien, tiene novios, estabilidad, personas que la aman y darían todo por ella, por fin es la persona que estaba destinada a ser y no quiero que ustedes vengan ahora a joderla.
<<Así que se van a ir por donde vinieron, porque la muerte es lo mejor que les podría pasar, mi mujer compro navajas nuevas, no creo que se enoje si uso algunas con ustedes.>>
<< Por desgracia mía, si lastimo a alguno de ustedes, la lastimó a ella y ustedes no me importan,pero la enana sí.>>
Eso no quita que los vaya a lastimar yo un poco, pero si, a pesar de que me traicionaron de esaforma no puedo desearles la muerte o la tortura que Lucy quiere darles, los amo a pesar de todo.
Matteo: No la vamos a dejar tan fácil.
Dimitri: Asegúrense de salir vivos entonces, sería una pena que tan... bellos rostros terminen todos cortados —Le pasa la navaja que siempre lleva en la bota por la mejilla— ¿No?
Matteo: No nos asustas.
Matteo: Necesitamos explicarte Rouge (rojo) no es lo que parece.
Sus ojos me dicen que hay mucho más detrás de lo que vi aquel día, pero no estoy lista aún para escucharlos.
Edeline: No.
Andrei: Ya escucharon señores, los acompaño a la salida.
Se levanta y los lleva hacia la puerta, es raro que se hayan ido sin hacer escándalo.
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Estuvo medio flaco el cap, pero es lo que se me ocurrio.
Viendo asi gente que pide a dimitri y ellos, ¿les gustaria un segundo libro de Adaris?
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Edeline. 2°
RomanceSegundo libro de la saga Legado. (Independientes) ¿Que opinas si te dijera que un casi accidente automovilístico podría cambiar totalmente tu vida? No me crees, ¿no? Pues eso es lo que le paso a Edeline y a los gemelos Vitale, su vida dio un vuelco...