🔥CAPITULO 17🔥

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😎<<{Lucien}>>😎

Tomando la delantera mi pequeña nos guio de vuelta a la habitación. Está tan determinada a perder la virginidad conmigo que removió el negro corazón que tengo en el pecho.

No porque ambos vamos a ser nuestra primera vez, aparte de también la última, sino porque confía en mí, en nosotros, no es algo que ella haga mucho.

Por eso es que me siento eufórico, pleno, orgulloso de ella por aprender a confiar y de mí por ganarme eso.

Juro jamás defraudarla, antes muerto que lastimarla. Porque sé que si alguno de nosotros le falla, por fuera va a estar "bien", pero por dentro, no sabría decirte si triste, decepcionada o furiosa y rabiosa.

Edeline se sube a la cama y se sienta en el medio de ella como buscando una indicación, una guía.

Mattia: ¿Quieres que nos vayamos? Rouge (rojo).

Niega.

Edeline: Estamos juntos, los cuatro.

Matteo: ¿Podemos probarte antes de que Lucien rompa ese dulce coño tuyo?

Se me hace agua la boca ante la imagen de mi pequeña chorreando.

Edeline: ¿Pro-barme?

Aprieta los muslos con la clara intención de aliviarse un poco, sabe lo que le quiso decir, no le dice a nadie, pero todos sabemos que lee libros, que si un cura los leyera la compararía con Asmodeo ¹.

Mattia: Queremos comerte, morder, lamer y disfrutar los jugos de tu coño.

Joder.

Asiente con la cabeza.

Lucien: Palabras pequeña.

Edeline: Sí.

Matteo: ¿Sí qué?

Se muerde el labio inferior debatiendo si hablar o no.

Edeline: ¿Si... señor?

No lo puedo creer, la erección está siendo dolorosamente apretada contra el pantalón, la palmeó por encima y me acomodo para que no me moleste tanto.

Esto va a ser al tiempo de ella.

Mattia: Estás jodiendo todo mi puto autocontrol.

Matteo: Quieres que te chupen el coño hasta que esté chorreando por nuestras bocas y que Lucien se entierre tan al fondo de ti que te olvides de cuál es tu nombre.

Edeline: Sí señor.

No aguanto más, saco mi polla de mis pantalones y empiezo a jalarmela lento, para aliviar un poco mi sufrimiento.

La mirada oscurecida de mi pequeña va hacia el movimiento de mi mano y se muerde el labio para evitar soltar un gemido.

Matteo: ¿Te gusta tenerlo sufriendo por la dura erección? Miel.

Edeline: Sí, señor, me encanta.

Al parecer descubrió que nos gusta que nos llame así, mi polla salta con cada "señor" que suelta, me está costando la vida, no follármela en este momento.

No es algo que haya considerado, nunca me vi en una situación similar a esta.

Matteo: Acuéstate —lo hace— mi hermano te va a esposar a la cama mientras disfruto del coño que nos pertenece.

Edeline. 2°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora