🔥CAPITULO 55🔥

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EDITADO.

💘<<{Edeline}>>💘

Volvimos a casa cuando ya era hora de cenar, nos sentamos todos juntos, la mesa es tan inmensa que a pesar de ser una multitud aún quedan lugares para Lorenzo y su familia, para Samuel, Emma y Junior y aun así sobran.

¿Se nota que mi hermana piensa seguir agregando familia hasta que la casa nunca esté vacía?, y eso sin contar que les hizo casas a todos aquí para que nadie se separe de ella.

Me sirvo un poco de carne con espárragos y papas, todos estamos devorando la comida, me senté entre mi tormenta y Lucien.

Veo a los gemelos que miran la comida con asco, Isaac los ve de reojo como quieren vaciar su estómago y se le escapa una sonrisa.

Edeline: ¿Por qué no comen?

Isaac: Si ¿Por qué? ¿Son delicados del estómago?

Mattia: Rouge, cómo puedes ver esto después de lo que hiciste esta tardé.

Miro mi comida, el estómago me ruge, no veo nada raro.

Matteo: Miel, los espárragos parecen los dedos que cortaste y el olor a la carne es el mismo a cuando usaste la plancha en la herida.

Edeline: No creo que tenga una carne tan rica.

Corto otro trozo y me lo meto a la boca, masticando lentamente. Los gemelos se tapan la boca como si fueran a vomitar.

Isaac: Dejen de ser tan llorones —se acerca a susurrarme— ¿Qué clase de sicarios no soportan dedos cortados? ¿No los quieres devolver? Puedo ayudarte con eso.

Edeline: Tormenta, recuerda lo que voy a decirte, un día llegará una mujer que sea una pesadilla para ti, pero la vas a amar tanto que no vas a poder vivir sin ella y cuando llegue, me voy a reír del puto dolor de cabeza que te va a causar.

Le digo para que deje de criticar a mis hombres.

Isaac: Eres tan considerada con tu otra mitad, que hasta ganas de llorar por el amor que me expresas tengo.

Sabe que lo amo más que a mi vida, no es necesario que esté constantemente diciéndoselo.

Edeline: Bueno, dejando de lado... los dedos —miro a mis niños— ¿Cómo estás? ¿Les gusta estar aquí?

Tomasso: ¡Sí! La comida es rica, pero Volko me la roba cuando la dejo en la mesa.

Frunce el ceño y hace puchero.

Nos reímos de eso, mi hijo perruno es un poco... revoltoso a veces, y si puede robarte la comida si te descuidas o saltarte encima y tirarte si estás parado, pero es cariñoso y protector.

Edeline: ¿Y tu niña?

No contestó la primera vez, está mirando su plato, parece desanimada. Me miracuando le vuelvo a preguntar, sus ojos están rojos, debe haber estado llorando, no es fácil cuando tu cabeza tiene tiempo para atormentarte.

Alessandra: Me gusta aquí, gracias, cuando consiga un trabajo nos vamos a ir, de verdad agradezco lo que hacen por nosotros, pero no me gusta ser una carga.

No puedo contestar, porque lo hacen por mí.

Isaac: No son una carga, son familia y nuestra madre nos enseñó que la familia nunca se abandona, ni se olvida, todos y cada uno de los presentes los queremos aquí.

Edeline. 2°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora