🔥CAPITULO 48🔥

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CAPITULO EDITADO..

💘<<{Edeline}>>💘

Edeline: Busca Volko.

Sale disparado por un pasillo, lo sigo, sola porque no avisé, llega hasta una puerta cerrada olfateando por debajo.

Edeline: ¿Está ahí chico?

Ladra haciéndome saber que si, me separó y otra vez pateó la puerta para que se abra, entro lento en posición para disparar a lo que se me cruce, no hay nadie, solo un bulto inmóvil en la esquina de la habitación.

Su cabello rubio lo reconozco.

No, no, no.

Me acerco rápido a su lado, sigue desnuda, tiene sangre entre sus piernas, la violaron, pongo mis dedos en su cuello para ver si tiene pulso, nada.

Edeline: No, no, no, rubia, no te puedes ir —lágrimas salen de mis ojos, me siento en el suelo y llevó su cuerpo a mi pecho para abrazarlo— si quieres no me acerco más a ti, pero por favor no te vayan ahora.

Renzo: Está muerta nena.

Niego con la cabeza, cuatro de mis hombres están aquí, no sé cuando llegaron, pero me molesta que me vean tan débil.

Edeline: ¿Estás todos muertos?

Lucien: Sí pequeña.

Edeline: ¿Y las mujeres?

Andrei: Las saqué a todas y las subí a las camionetas de tu madre.

Edeline: ¿A él lo encontraron?

Lucien: Lo tienen William y Mattia.

Asiento y miró a Renzo.

Edeline: Llévatela y manda a qué la preparen para que tenga un funeral dignó.

Me la saca de los brazos y se la lleva lejos de mí, es la última vez que la voy a ver, y ya no brillaba como todos los días, estaba rota, vacía, muerta.

Salgo como alma que me lleva el diablo, pasando por el pasillo hasta llegar a dónde estaba el escenario, el hombre de 50 años yace tirado en el suelo boca abajo con dos armas apoyadas en su cabeza.

Edeline: acuéstalo en la mesa, por favor.

No tengo que hablarles mal a ellos, no tienen la culpa de lo que pasó.

Lo hacen y entre cuatro le sostienen ambas manos y pies, sacó la navaja mariposa que guarde en mi borcego y corto el costoso traje que lleva puesto, también el bóxer y lo dejo igual a como estaba mi rubia.

Desnudo, expuesto, vulnerable.

Edeline: Vaya, para ser un viejo asqueroso te mantienes... en forma, vamos a decirle.

Hombre: Púdrete.

Me escupe.

Qué asco tengo saliva de violador en mi cara.

Le clavó la navaja en la mano, haciéndolo gritar y lloriquear.

Edeline: Joder comogritas, tienes menos resistencia que las niñas que secuestras.

Hombre: Tendrías que haber escuchado como tu amiguita suplicaba por favor que dejara de follarla.

Sé lo que hace, quiere que me enoje y lo mate rápido, pero eso no es suficiente para vengar a mi rubia.

Edeline: En ese caso me gustaría escuchar como gritas cuando te meta una botella en el culo.

<<Denlo vuelta.>>

Lo hacen y yo agarro del suelo una botella de cuello largo, todavía tiene un poco de cerveza, vacío la mitad de lo que queda en el suelo y el resto en mi mano y la desparramó por el cuello de la botella.

Edeline: Para que entre más fácil.

O te arda más.

Me da un asco acercarme a su culo, pero me lo trago y lo hago igual, empiezo enterrando el pico en su agujero, cuesta un poco que entre, pero lo hace y no voy a andar haciéndoselo lento, una vez que pasó la primera parte entierro la botella hasta el final del cuello.

La saco y la vuelvo a meter varias veces, ejerciendo más presión para que la parte ancha entre también.

Hombre: ¡Por favor para!

Edeline: ¿Así gritó mi rubia?

Sigo metiendo la botella, llegó hasta la mitad del cuerpo y la saco, hay sangre alrededor del agujero y pegada al vidrio también.

Perfecto como debe ser.

Cuando me canso de romperle el culo, les digo a los chicos que lo den vuelta otra vez, tiene los ojos rojos de llorar y la voz ronca de gritar.

Edeline: Ahora vamos a ir por la parte que metiste sin permiso dentro de ella.

Llora y niega con la cabeza pataleando.

<<No, sh, deberías agradecerme por traer navajas afiladas, no te preocupes, va a ser una rápida extracción, limpia no, quiero ver sangre saliendo de ahí.>>

Agarró su polla, me da pena ensuciar mi navaja con su mierda, pero no me queda de otra, poco a poco voy cortándola desde el tallo hasta que está fuera de su cuerpo.

¿Debería dársela a Volko?

Niego, no vaya a ser cosa que se muera por esa mierda.

Renzo: En su boca nena, no le des vueltas, las porquerías comen porquerías.

Edeline: ¡Sí! Gracias amor.

Hago lo que me dijo, con ayuda de Matteo le abro la boca y le meto su polla hasta donde entre, hasta la garganta no, porque es chiquita.

Miro lo que hice, lo violé, le extirpe el pene, y aun así todavía me falta algo.

«Los dedos, por su culpa, no trajiste los tuyos de Colombia.»

Cierto conciencia.

Agarro sus dedos índice y medio de su mano derecha y como si mi navaja fuera una cuchilla los cortocomo cuando cortas papás.

«Todavía falta.»

Si...

Ya sé.

Edeline: ¿Lo pueden poner de pie?

Andrei: Para ti, lo que pidas princesita.

Lo ponen sobre sus pies sosteniéndolo, está débil por la sangre que baja por su pierna, bien podría estar quedándose sin ella.

Agarro mi pistola y me pongo al otro lado de la habitación, fijo los dos puntos a los que le quiero dar y disparo.

William: Fuck, ¿Acaba de explotarle las bolas a balazos?

Lucien: ¿Algo más que quieras hacer con él? pequeña.

Si.

Vuelvo a alzar mi arma y le doy un último disparo que atraviesa su garganta y termina incrustados en la pared.

Edeline: Ya pueden soltarlo, si aún no se murió lo hará pronto, vamos quiero sacarme la sangre de violador antes de mi próxima víctima.

Me guardo los dedos que corte, tengo que llevarle un presente a la puta.

Edeline. 2°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora