💘<<{Edeline}>>💘
Después de terminar el desayuno, estuvimos hablando largo y tendido, quedamos en que ya deberíamos salir, así que vamos a ir a la universidad y los chicos se van a turnar para ir uno con cada una de nosotras.
Hoy tengo solo una clase, idioma II, y me tocó ir con Renzo, llegamos a la universidad en dos autos diferentes, desgraciadamente si hay paparazzi, no tantos como la última vez, pero los suficientes para sofocarte.
La mañana transcurre rápido entre apuntes y murmullos de las demás personas, a las cuales ni Renzo ni yo préstamos atención.
Salimos de la universidad para esperar a los chicos en el restaurante que queda enfrente y cuando estamos a unos pasos del cruce de calles, de pronto me agarra con una mano la cintura y con la otra la nuca y me besa.
Quedó tiesa un par de segundos hasta que reaccionó, subo mis manos a su cuello y se lo devuelvo con las mismas ganas voraces que él.
Es el primero que nos damos, la verdad me gusta. Tiene un sabor a menta y tabaco, tan marcado en él por los caramelos que constantemente come y los infaltables cigarrillos.
Su lengua se abre paso en mi boca cuando un suspiro de placer me abandona, es tan malditamente rico el beso que me olvido de todas las personas alrededor, si hay paparazzi sacando fotos, no me importa, si hay gente viéndonos, tampoco, solo somos él y yo.
Me muerde el labio inferior antes de separar su rostro del mío. Nos miramos fijamente antes de que él vea algo a mi espalda con una sonrisa, giró para ver que es.
Los gemelos, con el ceño arrugado tirándole dagas por los ojos, tienen los puños apretados y están rechinando los dientes.
Renzo: Oh copias, ¿les soltaron la correa?
Sé que no debería de causarme gracia, pero lo hace, aunque no lo demuestre, porque es verdad, en el shopping si se veían como perros con su amo.
Mattia: Te ves preciosa, Rouge (rojo).
¿Ahora si soy Rouge?
Miro mi atuendo, Un jean negro con roturas, unos borsegos, un corsé de encaje del mismo color y una campera corta tejida en marrón, me gusta y me queda bien.
Edeline: Lo sé, no es necesario que tú me lo digas —Miro a Renzo— ¿Vamos?
Asiente con la cabeza y empezamos a caminar pasándoles por al lado, pero un agarre en mi brazo me detiene.
Matteo: ¿Qué es eso? —señala mi cuello con la mandíbula apretada.
¿Qué tengo?, oh, las marcas.
Edeline: ¿Qué pasa, ustedes no le dejan marcas a su pareja? —me burlo— Que aburridos.
Su agarre se hace más apretado, hasta el punto que siento algo de dolor, pero no del que no pueda manejar.
<<Suéltame, no me gustaría cortarte la mano frente a toda esta gente.>>
Mi voz es seca, algo que ellos nunca escucharon.
Mattia: Cambiaste.
Edeline: En realidad siempre fui así —me encojo de hombros— no me brindaron la suficiente confianza como para mostrarles esta parte de mí.
Mattia: ¿Estás bien?
Me río.
Edeline: Estoy perfecta, como pueden ver en mis marcas, mis parejas no me dejan tiempo para recordar los dos errores que cometí.
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Edeline. 2°
RomanceSegundo libro de la saga Legado. (Independientes) ¿Que opinas si te dijera que un casi accidente automovilístico podría cambiar totalmente tu vida? No me crees, ¿no? Pues eso es lo que le paso a Edeline y a los gemelos Vitale, su vida dio un vuelco...