🔥CAPITULO 32🔥

2.6K 226 16
                                    

💘<<{Edeline}>>💘

Vi a mi presa corriendo sola entre los árboles, estaba a unos metros mío, no me había visto subida a una rama, pero yo, si a él, había dejado abandonada a su esposa mucho antes, me divirtió ver la desesperación en sus ojos cuando empezó a correr.

Más aún me divertía la sensación de tranquilidad que portaba ahora al creer que había logrado escapar lo suficiente como para no encontrarlo, estúpidamente pensó que entre más lejos corriera menos lo iba a cazar.

Gran error, podía oler el miedo desde metros atrás, escuchaba su agitada respiración, se detuvo para descansar sus flácidas piernas, podría apostar que era la primera vez en su vida que corría tanto.

Viéndolo así, intentando tomar aire, podía sentir como sudor frío caía por su espalda, como sus pulmones quemaban por ser llenados, humedezco mis labios cuando mis manos pican por tirarle una flecha ahora, aún no es el momento, falta poco.

Cuando me da la espalda y empieza a correr otra vez, esa es mi señal para lanzar, agarro una flecha de mi espalda y pongo el arco en posición en mi mano izquierda, sujeto la flecha junto con la cuerda, estiró y fijo mi blanco.

Cuando lo tengo en la mira, suelto y doy justo donde quería, el talón.

Cae de cara al suelo con un grito de agonía «Música para mis oídos», me bajo del árbol sin un mínimo ruido y a paso lento me acerco a él.

Edeline: Uf, eso debe doler.

Padre de Anne: Por... por favor.

Edeline: ¿Eso es lo que mi rubia te decía cuando la encerrabas en ese armario y la dejabas sin comer o tomar?

Le saco la flecha del talón haciendo brotar sangre.

<<¡Contesta maldito idiota!>>

Asiente con la cabeza mientras llora «ni los trillizos lloraban tanto cuando tormenta los colgaba», no voy a tardar mucho, me gustan las cosas rápidas y silenciosas, pero este se pasó de gritón.

Edeline: ¿Qué puedo llevar como prueba? —me agarró la barbilla pensando que parte cortar— ¡Ya sé!, voy a cortarte la polla, sirvió para hacer a mi rubio, pero ya no más, también... los ojos, con ellos la viste sufriendo y fuiste negligente.

¿Puedo cortarle las manos también? Así su fantasma no me tira de las patas como dijo Renzo. Si, eso voy a hacer, pero no me las voy a llevar, quizás algún animal se las coma antes de que los hombres de mi hermana limpien la zona, como siempre que cazamos con tormenta.

Le pisó uno de los brazos que tenía extendido y con la misma flecha que saque de su talón corto la mano entera «Debí traer un soplete, se va a morir desangrado antes de que termine», con rapidez hago lo mismo con la otra mano y ambas las lanzo lejos.

Le bajo los sucios pantalones revelando su polla «chiquita y asquerosa», con una mueca, la agarro con los dedos índice y pulgar, y la corto desde el tallo, vuelvo la mirada a su rostro, tienes los ojos cerrados.

¿Está desmayado o muerto?

Corroboro su pulso, no tiene «inútil, débil, bueno para nada, ni para morir a mi gusto sirve».

Bufo.

Meto su polla en el bolsillo de la campera que me puse antes de salir de casa, le abro los párpados y con el pulgar, el índice y dedo medio, le arrancó los ojos, dejando dos pozos vacíos.

🧐<<{Narrador Omnisciente}>>🧐

Lejos del bosque donde se encontraba el trío cazando, estaba la cárcel de Sicilia, hogar permanente del recién declarado convicto Carlo Santis, había ingresado hacía dos días, en donde lo dejaron asentarse antes de que el plan trazado antes de su llegada se pusiera en acción.

Plan pensado por aquel huracán, mientras en su cabeza se decía, «Se metieron con lo mío, se lo buscaron» y «A partir de hoy van a saber que tan fuerte es la sangre de mi familia».

Tuvo ayuda de su otra mitad para llevarlo a cabo, unos contactos por aquí y allá, nada que una buena cantidad de dinero o un favor de los hijos de la reina no pueda comprar.

El mismo día de la cacería, al mismo horario, se llevaría a cabo la penitencia del convicto que estaba acostado en la cama dura de su celda mirando el techo pensando «No es tan malo, tengo comida, no me tratan mal, solo tengo que aguantar unos años antes que pueda pedir que me saquen por la edad y un par de falsas enfermedades».

Pensamientos que son interrumpidos cuando su reja se abre y por él entraron dos guardias y el convicto más peligroso de esa cárcel.

Moarte

Muerte en Rumano, es un ruso políglota que lleva preso más de 7 años, leal a la mafia, entre sus múltiples cargos hay asesinato, masacre, robo, secuestro y violación. Creerán que esto último es un delito grave en la mafia, pero no está encerrado por violar niñas, mujeres o personas inocentes.

Fue contratado por la reina para cobrar venganza por aquellos inocentes que acudían pidiendo ayuda a la mafia, porque ningún trato era asqueroso para él, como el que le tocaba hacer hoy a cambio de su libertad.

Moarte: Vine a darte la bienvenida como el recluso estrella se merece.

Los guardias salen después de un asentimiento de este, dejando solo a Carlo con su parca personal.

Carlo: ¿Qué quieres?

Trato de que su voz saliera fuerte, fallando miserablemente en el intento, estaba que se mojaba los pantalones.

Había escuchado susurros sobre esa persona en los comedores y pasillos, ninguno de ellos presagiaba nada bueno, pero el que más le atormentaba era que solía tomar "putas" para follarse aquí dentro, quieran ellos o no.

Claro, estaba en que no interpretó ese "putas" como que entraba mujeres, no, agarraba a los hombres más débiles y los sometía como él quisiese y estaba aterrado por lo que quisiera de él.

Moarte: Un suggar, ¿No te parece espectacular que te haya elegido?

Carlo: Yo no quiero.

Moarte: Es bueno que no me importe entonces.

El convicto más joven pone a Carlo boca abajo en la cama y le baja los pantalones anaranjados, «Ayuda» grita, pero todos están bien pagos para hacer la vista gorda ante la situación, Moarte saca su polla ya erecta por la satisfacción que le da la venganza aunque no sea suya propia.

Moarte: Me voy a poner un condón, no queremos pegarnos alguna enfermedad de las prostitutas que te pagabas.

Dicho y hecho, se lo colocó y le embiste el trasero haciéndolo gritar y suplicar de dolor, pero eso solo lo hacía más duro, no espero a que su agujero se ajustara a la forzada intromisión, no, lo follo duro y rápido durante más de media hora.

La sangre escurría por el condón y los costados del ano, pero eso no lo detuvo y aun cuando acabó, se puso otro condón y lo siguió follando unas tres veces más.

Moarte: Este es un recordatorio para que en tu otra vida no te metas con la mujer de otra persona.

Le clava el cepillo de dientes afilado que tenía en su bota en el entrecejo y ya satisfecho con su trabajo, se va al patio con el resto de los reclusos.

💬Moarte: Trabajo hecho.

💬Huracan: Ya estás pago, puedes irte cuando gustes.

________________________________________________________________________________

Bueno, ¿comentarios?

No les estuve trallendo capitulos por problemas familiares, voy a intentar traerles en lo posible mañana o mas tardar pasado, sepas disculpar.

Saludos gentuli, que antes super bien, saben que si necesitan alguien con quien hablar me pueden enviar un mensaje, con mucho gusto les respondere.

Edeline. 2°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora