Golden boy / Gavi

Capítulo 69

Elaia

- Va, despierta - habló una voz.

- Tengo sueño - rechisté.

- Tenemos comida con mi familia - me di cuenta de que era Gavi.

- Mierda - dije para levantarme con rapidez y luego entrar al baño.

Me duché lo más rápido posible y salí en toalla para coger algo de ropa. Estábamos en casa de Pedri, pero cómo pasábamos los días aquí, ya tenía ropa de otras veces.

- Deja de mirarme - dije.

- ¿Tienes ojos en la nuca o qué? - preguntó Gavi sorprendido.

- No me hacen falta, se que me estas mirando desde que salí del baño - unas manos se posaron en mi cintura.

Me dio la vuelta bruscamente, haciendo que la ropa cayera al suelo. Gavi me atrajo hacia él y cuando me quise dar cuenta juntó nuestros labios en un salvaje beso.

- Tenemos prisa - hablé cuando nos separamos.

- Te libras solo por esta vez, porque tienes razón - contestó.

Solté una pequeña risa mientras cogía la ropa del suelo y volvía al baño.

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- Así que Gavi le pagó la cuenta a Elaia, ella en vez de agradecerle le insultó y luego os encontrasteis por el camino, Elaia sin batería se subió al coche - dijo Belén, la madre de Gavi - y después Gavi le dijo un plan para que no jugara y al final se torció el tobillo de verdad.

- Exacto - contestó mi novio y reímos todos.

Estábamos en un restaurante comiendo, Gavi y yo estábamos explicando algunas anécdotas que pasaron desde que nos conocimos. 

- Gavi me hablaba siempre de ti - habló Aurora y yo me sonroje - tranquila, todo lo que dijo eran cosas buenas.

- Miedo me da lo que pudo decir - reímos.

- Bueno, una vez me llamó dicien-

- Aurora, no hace falta - le interrumpió Gavi.

- Se lo diré igualmente - dijo picando a su hermano.

- No empecéis chicos - habló Pablo, su padre.

- ¿Le pedimos a un camarero que nos haga una foto? - preguntó Belén.

Todos aceptamos y Belén llamó a un camarero. Le dio su teléfono y nos hizo varias fotos, le devolvió el móvil y le agradecimos.

Llegó el momento de pagar la cuenta, y los padres de mi novio insistieron en hacerlo ellos.

Salimos del restaurante y decidimos dar una vuelta por el centro de Barcelona, pero ese plan se fue a la mierda cuando un montón de personas se acercaron con cámaras y micrófonos.

- Mierda - susurré.

- Tranquila - dijo Gavi, me cogió de la mano y eso me hizo sentirme más segura.

La gente cada vez estaba más cerca, y sin darme cuenta los teníamos a menos de un metro.

- ¿Ella es Elaia? - preguntó una chica.

- ¿Es tu novia? ¿Cuánto lleváis? - preguntó otro.

- Por favor, dejen espacio, nos queremos ir - habló Gavi.

Conseguimos salir del círculo de personas que nos rodeaban, y nos fuimos los 5 en dirección al coche que alquilaron su familia.

Llegamos al coche y nos subimos. Pablo arrancó y finalmente nos pudimos alejar de esas personas.

- Lo siento - habló Gavi.

- Tranquilo hijo, no es tu culpa - respondió su madre.

- Gavi, esta tarde tenemos el vuelo de vuelta para Sevilla - informó Pablo - vamos los 4 en este coche, lo tengo que dejar en el aeropuerto. Elaia y Pedri que vengan en el de él, y así luego volveis los 3.

- Claro, perfecto - contestó Gavi.

- Vamos a casa a por las maletas y nos vamos, avisa a Pedri - dijo Aurora.