Debido a un viaje de negocios de sus padres Elaia se ve obligada a pasar 3 semanas en la Masía.
Elaia no tenia ni idea de fútbol, pero tampoco tenia intención de aprender. Eso estaba apunto de cambiar, ya que conoce a una persona que hace cambiar to...
Pasaron casi 4 meses desde que Gavi me vio los cortes. Desde entonces siempre me revisa los brazos y las piernas, hasta que no lo comprueba una y otra vez no se queda tranquilo.
Fuimos a las Maldivas ya que fue el regalo de cumpleaños de Gavi. La verdad es que fueron 9 días increíbles. Hicimos un montón de actividades y me lo pasé realmente bien, prometimos volver a hacer un viaje todos juntos.
Gracias al apoyo diario de los chicos conseguí superar mi problema con la comida. Cada vez que tenía hambre comía sin pensar en engordar.
La relación con mis padres cayó en picado. Como mucho hablaba una vez al mes con ellos, tampoco es que se preocuparan mucho por mí.
En septiembre abrieron una convocatoria para escoger nuevas personas para la plantilla del equipo femenino B. Estuve unas semanas entrenando duro, los chicos me ayudaron muchísimo y finalmente conseguí entrar.
Eran casi las ocho de la tarde, y estaba en mi habitación de la Masía preparándome para la fiesta de mi cumpleaños.
La fiesta era de noche, ya que al día siguiente era el cumple de Pedri, por lo que decidimos celebrarlo juntos.
- ¿Estas lista? - preguntó mi novio, quien estaba tumbado en la cama con el móvil en sus manos.
- Casi, dame 10 minutos - contesté saliendo del baño.
- Llevo listo más de una hora, ¿porque las chicas tardáis tanto?
- Es mi cumpleaños, me tendré que poner guapa - respondí obvia.
- Siempre lo estás.
- No seas pelota, no harás que el tiempo reduzca - él suspiró frustrado y yo reí.
Me dirigí al armario en busca de los tacones. Los encontré, me senté en el filo de la cama y me los puse.
- Ya estoy - dije poniéndome de pie.
- Perfecto, Ansu está abajo esperando.
Cogí las llaves de la habitación y salimos de ella para ir hacia el parking.
- Felicidades pequeñita - gritó Ansu nada más vernos y corrió hacia mí para abrazarme.
- Gracias - sonreí.
Subimos al coche y fuimos en dirección al local que alquilamos para hacer la pequeña fiesta.
Llegamos y entramos. Por una parte estaba el número 18 de globos y por otra el 21. Había mesas con comida y bebida, mesas con regalos y otras que estaban vacías, pero tenían sillas.
Estaba casi toda la plantilla del Barça,tanto del masculino como del femenino, y algunos amigos de Pedri. Poco después aparecieron Ferrán, Sira y la parte de equipo que faltaba.
Ya eran casi las nueve y faltaba Pedri y su familia por llegar.
- Mirar quien viene - gritó Ansu mirando a la puerta.
Todos seguimos la mirada de Ansu y vimos que el que estaba entrando era Pedri acompañado de su familia.
- Tulipán - gritó y vino a abrazarme - felicidades.
- Gracias - sonreí.
Pedri fue a saludar a la gente que estaba presente mientras sus padres y Fer me saludaban.
Eran las nueve y media de la noche por lo que decidimos empezar a cenar. Gavi insistió en hacernos una foto con los globos del número 18, así que eso hicimos.
Le pedimos a Ansu que nos hiciera fotos y nosotros íbamos posando.
Finalmente, salió una foto que nos gustaba a ambos. Volvimos con los demás y mi móvil vibró.
Lo miré y era una mención en una historia de Gavi.
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Sonreí y la resubí.
El tiempo iba pasando, así que decidimos hacer la tarta.
Me puse detrás de una mesa, con la tarta encima de ella y empezaron a cantar el cumpleaños feliz. Cuando acabaron soplé las velas y empezaron a aplaudir todos.
Era la hora de los regalos, por lo que me senté en una silla, y los chicos me los iban dando.
Los primeros fueron Sira y Ferrán, quienes me regalaron una colonia de la marca Victoria's secret. Ansu me regaló ropa y Balde unas bambas Nike.
- Aquí está el mío - dijo Pedri y me dio una cajita.
La abrí y contenía una pulsera plateada con varios accesorios.
- Es preciosa, me encanta. Gracias - me levanté y le di un abrazo.
Le extendí la pulsera y puse mi brazo a su disposición para que la pusiera en mi muñeca derecha.
- Ahora el mío - habló mi novio haciendo que me volviera a sentar en la silla.
Me dió una caja bastante grande, pero nada pesada.
La abrí y me quedé extrañada, le miré confundida y él sonrió.
- ¿Casetes? - pregunté.
- Míralos bien - contestó.
Le hice caso y cogí uno para observarlos bien. Por una cara del casete había el número 7, y en la otra había una foto nuestra.
- En cada casete hay un número, están numerados del 1 al 18, hay 18 porque cumples 18 - explicó Gavi - en cada casete hay una canción que me recuerda a ti, o a nosotros.
No lo pude evitar y lágrimas salieron de mis ojos. Dejé la caja en el suelo con cuidado y fui corriendo a abrazarlo y besarlo.
- Se que no te gusta lo material, por eso intenté hacerlo lo más casero posible - me susurró.
- Gracias - le besé - te quiero.
- Yo más - me volvió a besar.
- Venga tortolitos, que faltan dos minutos para las doce - nos interrumpió Ansu - hay que sacar la tarta de Pedri.
Nos dimos un último beso y fuimos a la pequeña nevera que había para sacar la tarta del canario.
Pusimos la tarta sobre la mesa y cuando el reloj marcó las doce en punto, empezamos a cantar y al acabar sopló las velas.
Todos nos abalanzamos a abrazarlo y felicitarlo mientras Rosy, la madre de Pedri, empezó a cortar ambas tartas en pequeñas porciones para repartir.
Mientras degustábamos las tartas, Pedri iba abriendo los regalos del equipo, de sus amigos y de sus familiares.
