Golden boy / Gavi

Capítulo 14

Elaia

- Pedri, ya estamos aquí - dijo Gavi.

- Joder, ¿que ha pasado? Habéis tardado eh.

- Lo sabemos, pero tenían que ponerle una venda.

Pedri agachó su mirada hasta mi pie y nos miró confuso.

- ¿Qué te han dicho? - preguntó.

- No tengo el tendón roto, pero ha sido por los pelos. Tengo que llevar la venda una semana - contesté.

- Le han dicho que tiene que hacer reposo absoluto - habló Gavi.

- Bueno, podría haber sido peor. ¿Nos vamos?

Asentí y nos fuimos en dirección al parking donde estaba el coche de Pedri.

Pablo Gavi

Abrí la puerta trasera del coche ya que Elaia no podía.

- Aguntalas porfa - dijo mientras me daba las muletas.

Se subió intentando no darse ningún golpe y lo consiguió. Le di las muletas, le cerré la puerta y subí en el asiento de copiloto. 

- ¿Puedo quedarme en la Masia? - preguntó dirigiéndose a mí.

- Claro - contesté.

Nos íbamos acercando a la Masía y como siempre había fans.

- Tápate la cara - le dije a Elaia mientras le daba mi chaqueta.

Elaia me hizo caso y se tapó con mi chaqueta.

Pedri se paró y bajó la ventanilla, lo cual yo no hice, pero la acabé bajando ya que muchas personas gritaban mi nombre y me pedían que firmara mi camiseta.

Al fin conseguimos salir de allí, Pedri entró al parking y aparcó. Ayudé a Elaia a salir del coche y subimos por el ascensor que había. Salimos del ascensor y nos encontrábamos en recepción.

- ¿Cenamos? - preguntó Pedri.

- Por mi si - contesté.

- ¿Pero qué hora es? - dijo Elaia confundida.

- Casi las nueve. - respondí mirando a hora en mi móvil.

- Joder.

- Entonces, ¿vamos? - volvió a preguntar el canario.

- Ir vosotros, yo no tengo hambre - añadió Elaia.

- Elaia no me jodas - hablé y me miró extrañada - anoche no cenaste, y esta mañana tampoco has desayunado.

-  Al mediodía comí.

- Una ensalada, ¿me lo estas diciendo enserio?

- Joder, venga vamos cabezota.

Sonreí y empecemos a caminar hacia el comedor. Elaia se sentó y yo dejé las muletas apoyadas en la pared.

- Voy a por la comida - dijo Pedri para irse.

- Voy a por tu comida, ¿qué te apetece? - pregunté a Elaia.

- Pasta.

- Lo que la señorita Blanc diga.

Le dediqué una sonrisa y me acerque a Pedri para coger la comida.

Elaia

Gavi se fue a por mi comida, no entendía porque hacía todo eso sin apenas conocerme. Se preocupaba mucho por mí y lo conocí esta mañana.

- Aquí tiene señorita - dijo Gavi mientras dejaba un plato de pasta en la mesa.

- Muchas gracias - le sonreí - ¿y Pedri?

- Aquí estoy - contestó el canario apareciendo con un plato de pollo a la plancha.

- Bueno Elaia, cuéntanos un poco más de ti - habló Gavi.