El ataque a la familia Choi

Capítulo 14

- Quiero que la despidas.

- Creeme bombón, si fuera por mí, esa idiota estaría bajo tierra - la azabache gruñó recostada en la cama, mientras que Jinsol daba vueltas en su habitación con los brazos cruzados.

- No puede quedarse así, ¡Me humilló! - gritó - Además, la forma en la que me miraba... estaba acosandome. Has algo.

- Mi padre tiene la estúpida idea de tener que pasear junto a tres mocosas como si fuéramos las mejores amigas, así no sospecharán que son guardaespaldas.

- Tienen uniforme ¿Quién mierda creería eso?

Alzó los hombros - Es una estupidez, necesito que termine ya. 

- Como sea - rodó los ojos - Despidela. Después de lo que hizo, no puede quedarse aquí.

- Imposible - respondió, provocando que su novia golpeara el piso con su pie - Estoy en una especie de ultimátum ahora. Mi padre está furioso - exhaló - Y esa idiota es hermana de una de las empleadas favoritas de mi padre. Las tres en realidad - entrecerró los ojos.

- ¿A qué te refieres?

- La idiota es hermana de Kim, quien ha trabajado para eventos pasados y la sombra de Yerim es su esposa, pero... - susurró - La otra chica... no estoy segura de dónde la sacó. 

- ¿La delgada con grandes músculos? - asintió - Parece intimidante.

- Lo es. No habla y se mantiene firme como un soldado, Hyunjin la detesta - respondió, creando teorías en su cabeza ¿Quién era esa chica y por qué su padre parecía encantado con su presencia? - ¿Qué estás haciendo aquí en primer lugar? Creí que no querías venir después de los atentados.

- Te extrañé - subió a la cama, acercándose a gatas hacia ella - Hace tiempo que no te veo.

- Te conté del asalto y ahora con la estúpida tutoría, voy a volverme loca.

Jinsol comenzó a reír a carcajadas - No puedo creer que te pusieran a una inválida.

- No te burles, es una mierda.

- Nunca en mi vida había escuchado de ella - limpió sus lágrimas - ¿Cómo dices que se llama?

- Eso no importa, es una perdedora más - Jinsol continuó riendo - Hey, tal vez tú podrías ayudarme. Estuviste al frente del consejo estudiantil, sabes sobre esas mierdas de caridad.

- No bebé, a mí no me mires, solo estaba en el grupo por la fama, jamás ayudé en nada.

- Mierda - chistó.

- No puedes solo... no lo sé, amenazarla y que le diga al entrenador que cumpliste con el trato.

Negó - Quiere evidencia.

- Relájate bebé - se sentó a su lado, acariciando sus hombros - No tiene porqué quitarte tanto tiempo, solo ve, haz que mueva los brazos y es todo.  

Jinsol tenía razón. Chaewon no mandaba, ella sí. La obligaría a hacer lo que quisiera como siempre lo había hecho y se librería de una vez por todas de esa estúpida tarea.

-Ahora, ¿por qué no aprovechamos mi visita? - besó su mejilla - Sé que acabo de secarme pero... ¿No quieres que nos mojemos? - Hyeju la miró, su cabeza estaba en demasiados sitios y lo último que se le cruzaba era tener sexo.

No quería demostrarlo, pero al igual que sus hermanas, tenía miedo.

Jinsol era genial, hermosa e interesante, y aunque estaba segura que la quería de forma honesta, en ocasiones se sentía atrapada, incapaz de contarle a su novia toda la mierda que habitaba por su mente.