Capítulo 63

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- Ese no era el trato Jeon Heejin - continuó su camino hasta su habitación.

- Señorita Hyunjin, está ebria.

- No - se detuvo, girandose y finalmente vio su rostro después de días sin saber de ella - Solo estoy más relajada.

- Recuestese, le traeré algo.

- Ya no eres mi guardaespaldas, no finjas protegerme.

Heejin miró con precaución a los lados y dió un paso más cerca de ella - Yo no trabajo para su padre señorita. Yo trabajo para usted.

Hyunjin sonrió, cansada de sus palabras sin sentido - ¿Por qué te fuiste? - frunció el seño molesta - Huiste.

- No lo hice.

- Vamos a mi habitación - ordenó.

- No. No tengo permiso de estar ahí.

- Es una orden y tú trabajas para mí.

Heejin suspiró derrotada. Intentar discutir con Choi Hyunjin era como derribar un muro de acero, imposible de romper, difícil de atravesar - Acompañeme - con cuidado de no ser seguidas, la guío hasta el cuarto de vigilancia, que estaba alumbrado únicamente por la luz de las pantallas.

- Vaya, nunca había estado aquí antes - se talló los ojos, el alcohol en su sistema no la dejaba inconsciente, pero si comenzaba si provocarle migraña.

- Aquí estará segura. Cuando yo no esté, pude refugiarse.

La azabache negó, algo mareada - Nuestro trato era que te esconderías para que pensaran que estás muerta y poder protegerme.

- Señorita, así no es como funciona.

- ¿Por qué no? ¿No estaba funcionando para ti? Procuré que nada te faltara mientras te escondías.

- No puedo fingir mi muerte toda la vida. Ni tampoco podía vivir oculta en su habitación, era necesario que lo hiciera.

- ¿Y así es cómo planeas protegerme? ¿Jugando a la guardia de seguridad? - apuntó a las pantallas.

- Su bienestar es mi prioridad, debería saberlo.

- No salgo de mi habitación Heejin, y tú estabas ahí todo el maldito día. Era perfecto - la contraria negó - ¿No? - dió un paso más cerca de ella - ¿Por qué no? ¿Por qué tu plan de protegerme no dió resultado?

- No es seguro.

- Estás mintiendo.

- No es así - lamió sus labios - No la puedo proteger de lo más peligroso.

La azabache la miró sin comprender, ¿es que acaso había descubierto algo? ¿Estaba en peligro?

Pero cuando la chica frente a ella avanzó a pasos tímidos, el terrible nerviosismo ingresó a su sistema, sintiéndose vulnerable y desprotegida.

- ¿Qué? - tartamudeo - ¿Qué es?

- De mí.

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- ¿Soo que estás haciendo aquí?

- No tengo mucho tiempo, el señor Choi está en la empresa hablando con el oficial de policía - entró rápido a la casa - Al parecer la investigación dió un giro, y la justicia está interrogando los negocios de la farmacéutica.

El ataque a la familia ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora