El ataque a la familia Choi

Capítulo 26

- Vaya, a ti te pagan por trabajar y es exactamente lo que no haces.

Jungeun echó la cabeza hacia atrás, aterrizando con el cómodo sofá mientras disminuía el volumen del televisor.

- No pensé verla señorita. Han pasado semanas desde que me honra con su presencia - la miró, lamiéndose los labios - ¿Acaso intenta escapar de mí?

- Eres la guardaespaldas de mi novia, y estás aquí, en tu relajante momento de oscio - Jungeun sonrió, regresando su atención a la pantalla - ¡Estoy hablándote! Si a Hyeju le pasa algo -

- La señorita Choi no necesitó de mis servicios.

- ¿De qué hablas? ¡Eres su empleada! Si ella da un paso afuera, es tu responsabilidad asegurar que nada va a sucederle.

- Salió temprano, dijo que hiciera lo que me diera la puta gana, menos seguirle los pasos - estiró los brazos - Así que eso hago.

- Ordena tus obligaciones, parece que estás muy perdida - ignoró sus palabras, riendo ante el programa de televisión. La más alta sintió la falta enorme que estaba haciendole y decidió actuar - Podría contar con los dedos las veces que realmente has hecho tu trabajo de escolta. Hyeju entra y sale sin tu supervisión.

- Le repito que la señorita Hyeju no me quería cerca - cerró la boca de pronto - ¿Será que tiene una amante? - disparó, logrando sus Jinsol abriera los ojos - Es probable. No quiere que la acompañe, y sale a escondidas para encontrarse con alguien...

- Cállate. Mi Hyeju no sería capaz de engañarme.

- Ella no - sonrió, apartando la mirada - Tú sí.

- Escúchame bien, maldita -

- Tiene razón - se puso de pie, alzando la voz para callar la de ella - No todas las personas caen bajo sus tentaciones - Jinsol colocó las manos en su cintura, pero sus sentidos la alarmaron. Jungeun asemejaba un arma de fuego sin seguro y no sabía cómo utilizarla, pero era consciente que era cuestión de tiempo para acabar con ella - Siendo honesta, no sé si Hyeju tiene una amante, y no me interesa - se acercó dos pasos, y Jinsol retrocedió los mismo, chocando tristemente contra la pared - Pero deberíamos aprovechar sus escapadas secretas para hacer algo más interesante.

El sonido de las llaves salvaron su cuerpo, pero no su alma.

- Mi amor, volviste - corrió hasta ella abrazándola. Jungeun miraba hacia abajo intentando apartarse - ¿Dónde estabas?

La azabache observó curiosa la actitud de su empleada - Entrenando.

- Ven, vamos a la cama, hay algo que debo decirte - le dió un beso y una sonrisa, tomándola de la mano hasta alejarse de la escolta.

- Estúpida Choi Hyeju - pronunció con amargura Jungeun - Todo lo que tienes algún día será mío.

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- ¿Estás divirtiéndote mi amor? - acarició con ternura sus orejas - Hace mucho tiempo que no dábamos un paseo. El parque siempre ha sido tu lugar favorito.

Se levantó y Silver salió disparado, sacando una enorme sonrisa en Hyunjin quien corría atada a la correa intentando seguir sus pasos.

- Despacio Silver, recuerda que ya no somos jóvenes - rio.

Heejin vigilaba a una distancia prudente. La idea de salir de la mansión no fue totalmente de su agrado, pero al ser una petición de su jefa, debía cumplirla.