El ataque a la familia Choi

Capítulo 42

Sus labios comenzaron a arder, era una sensación que nunca antes había experimentado.

Necesitaba respirar, pero su cuerpo proclamaba a gritos estar más cerca de Hyeju, necesitaba su contacto, necesitaba su toque sobre su piel. Su cuerpo había comenzado a reaccionar minutos atrás y la noche las abrigaba enteramente.

- Hyeju, Hyeju, espera - se separó para tomar aire, pero la azabache nuevamente atrapó su labio entre los suyos y la ronda de besos siguió su rombo - Basta, detente.

Con las mejillas totalmente rojas y la adrenalina paseándose a su antojo por sus venas, Hyeju separó su boca de la suya - Lo siento, ¿Hice algo malo? - pronunció con las palabras peleando contra su respiración agitada.

- Solo... espera - Hyeju lamió sus labios angustiada y la miró, sin soltar el agarre de su cintura.

Chaewon notó el cambio en su semblante y se maldijo por hacer que se preocupara. Literalmente no estaba haciendo nada mal, todo lo contrario, se sentía muy bien, todo, pero era su primera interacción con otra persona, su primer confesión de amor, y su primer beso, y estaba segura que si se lo propusiera, Hyeju estaba dispuesta a avanzar las bases que fueran necesarias hasta exprimir esas ganas que merodeaban al interior de su sistema.

Sonrió, acariciando su mejilla. La azabache giró el rostro y besó con delicadeza el dorso de su mano - No hiciste nada mal Hyeju, pero dame un respiro. Es demasiado rápido.

- Oh - exhaló el pesado aire interno - ¿Te lo parece?

Asintió con una pequeña risita - Hace diez minutos ni siquiera había dado mi primer beso y ahora -

- Ahora... - se acercó a ella y chupó sus labios, acto que desestabilizó a la mayor - ¿Qué quieres que pase ahora?

- Ay - se dejó caer al agua dramáticamente. Hyeju sonrió de lado y sacó su cuerpo a la superficie.

- Vamos a tu recámara.

- ¿Mhm?

Con esa sonrisa traviesa, apretó su propio labio inferior entre sus dientes - Estoy muy mojada.

- Sí, yo también.

Comenzó a reír y negó - Me refiero a que necesitamos secarnos, ya anocheció y la temperatura bajó.

- Ah, claro - golpeó su frente mentalmente - ¿Me ayudas a salir?

- Solo si me das un beso - la rubia tiñó sus mejillas de rojo y besó su nariz - No - tomó su cuello y la atrajo de nuevo a ella, iniciando un ritmo lento pero que no tardaría en hacer combustión.

- Hyeju - le dió un corto beso - Arriba.

- Sí, sí, arriba - Chaewon abrió los ojos y se aferró fuertemente a ella, cuando de pronto tomó su pequeño cuerpo y la alzó.

Aprisa salió de la picina e ingresó a la mansión sin importarle el río que estaba ocasionando en el camino. Chaewon guardó silencio nerviosa ¿Por qué tenía tanta prisa en subir?

Sus dudas fueron despejada cuando al llegar a su habitación, la dejó caer despacio en la cama.

- Gracias -

No logró terminar, la menor estaba sobre ella besándola con locura. Una de sus manos se dirigió a sus piernas, se entristeció al no poder sentir sus caricias pero de alguna manera le exitó la forma tan desesperada que recorría su piel con la palma de su mano.

- Eres hermosa - bajó sus besos húmedos a su cuello - Muy hermosa.

- Mm - soltó un pequeño gemido, tal vez el primero de su vida.