El ataque a la familia Choi

Capítulo 67

- Pasa.

Suspiró, caminando hasta estar frente a él. Tenía un mal presentimiento, de esos que te oprimen el pecho y hacen tu estomago doler.

Muchos tienen la capacidad de iniciar, pero son pocos los que pueden ver el final, y sabía, algo en sus adentros le dijo que el final estaba cerca.

- Toma asiento por favor - insistió y eso hizo - A estas alturas, Ha Sooyoung, deberías saber que eres la única persona en la que confío - la escolta permaneció en silencio, pues estaba al tanto que más que un halago era la caída de un domino que terminó con ella de pie, pero no sabía cuando tiempo seguiría así - El señor Hwang, mi trabajador más leal, mi mano derecha y mi guardaespaldas por más de veinte años ha renunciado, lo sabes ya. 

- Sí señor, estoy al tanto.

- Otros tantos - sonrió - Brillantes empleados, fieles, trabajadores e inquebrantables están muertos, yo mismo he dado la orden de levantar sus cuerpos del suelo y reconocer lo que quedaba de ellos - permaneció en silencio hasta que las palabras llegaran de nuevo a su garganta - Van a matarme Sooyoung, y hasta que no me vean bajo tierra, esto no terminará. 

La guarura abrió los labios para responder, pero solo había verdad en sus palabras, así que cerró de nuevo la boca.

- Dejaría que me maten si eso garantiza que mis hijas estén con vida, cuando seas madre entenderás - Sooyoung desvío la mirada - Pero sé que no será así, pudieron matarme en la primera oportunidad y no lo hiceron, se encargaron de sembrar el miedo y torturar a mi familia con el proposito de verme sufrir, y me duele admitir que lo consiguieron. 

- Yo personalmente me encargaré que a su familia no le falte nada señor.

- No podrás hacerlo si te vuelan la cabeza - Sooyoung apretó los labios - Así que escucha lo que voy a decirte, porque es nuestra ultima oportunidad de atacar - la empleada asintió - Este fin de semana es mi aniversario con Haseul, este fin de semana se cumple un año del inicio de los atentados, y estoy seguro que será el día detonador. Estuve viendo estrategias con la policía, hasta que... hasta que el rumbo de la investigación se desvío y ahora soy yo el blanco del caso - gruñó - La policía, además de ser unos inútiles buenos para nada, no van a ayudarnos, así que esto dependerá de ti, de ti y de tu gente. Quiero que armes tu equipo de trabajo, entre menos mejor, solo asegurate de que sean los suficientes para protegerse y acabar con el italiano. 

- ¿El italiano?

Asintió - Está muerto, nadie va a quitarme de la cabeza que ese maldito murió, yo mismo me encargué de hacerlo. 

- Escuché que la policía quería abrir la tumba - mintió. 

- Que lo hagan, no encontraran nada. Me deshice del cuerpo. 

- Pero - 

- A excepción de su cabeza - sonrió - Como todo un caballero envié tan significante presente a su restaurante, completamente limpio, sin huellas, sin señales de como se ganó ese hueco en los sesos y como se desprendió de su cuerpo - la miró - ¿Ahora entiendes como no puede ser él?

- Alguien querrá vengarse.

Negó - Ese infeliz estaba más solo que un perro, no tenía familia y no se agrupaba con nadie, incluso tenía otros enemigos. Su muerte solo fue un alivio para el negocio, el mío y el de muchos. Se trata de alguien más, alguien lo suficientemente cercano que sabe lo acontecido con ese idiota - acomodó su cabello hacia atras - Su arma es la información que tiene, lo mucho que me ha estudiado, pero no es tan astuto como parece.