Capítulo 34

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La mirada de Hyunjin apuntó a la de la castaña frente a ella tras oír su respuesta, y después, su atención se dirigió a dos camionetas que se estacionaron junto a la suya. De ellas salieron seis enmascarados.

Hyunjin dió varios pasos atrás, mientras Heejin comenzó a luchar contra los hombres. Le sorprendió lo increíblemente hábil que su guardaespaldas era, pero se encontraba en desventaja y cuando uno de ellos sacó una navaja y la incrustró en el estómago de la castaña, el terror la abrazó por completo.

Heejin cayó al suelo con ambas manos sujetando la herida. Hyunjin observó la sangre salir de su cuerpo y a los seis tipos acercándose a ella.

- No... ¡No! - intentó correr, pero rápidamente la apresaron.

Pataleo y empujando luchó para no subir al vehículo, pero nuevamente, estaban en desventaja.

Una vez dentro, uno de los enmascarados cubrió su boca y la apoyó en el asiento trasero. Hyunjin sintió una mano mojada apretar su tobillo y con pánico miró.

- No se la llevarán - Heejin habló con dolor, arrastrándose desde el suelo hasta el asiento trasero - Y si lo hacen, me llevarán a mí también.

El conductor rio a carcajadas y dos hombres subieron a la castaña a la camioneta - Como indiques cariño.

- ¡No! - Hyunjin abrió los ojos de golpe, el sudor estaba cubriendo en su totalidad su rostro. Miró a su alrededor; oscuridad. Tres días de completa oscuridad.

Cerró los ojos con fuerza y se abrazó a sí misma. Tenía que salir de ahí, tenía que hacerlo ya.

Por primera vez desde que ingresó, la puerta se abrió y con ella dos hombres arrastraron sus pies hacia el interior.

- ¿Te estás divirtiendo? Tenemos preparadas grandes cosas para ti - Hyunjin comenzó a llorar de miedo - No, no te asustes. No podemos tocarte, por mucho... que deseemos. Tenemos estrictas instrucciones - rio - La mercancía tiene más de valor cuando está completa.

- Por favor...

El hombre observó el plato de comida - Nuevamente sin comer - negó - Morirás si sigues así

- Por favor, déjenme ir. No diré nada, lo prometo - ignoraron su petición y sin mirarla, caminaron a la puerta,para dejarla nuevamente cautiva en una profunda oscuridad que le helaba los huesos. 

- Oh, tenemos un regalo especial - escuchó un golpe en el suelo y se puso de pie. Era Heejin, estaba con vida.

- No se callaba - el otro hombre finalmente habló.

Hyunjin corrió hasta ella, la castaña estaba seria, con la mirada perdida, firme como un soldado como de costumbre. Uno de los hombres rompió la cuerda y la atadura de sus manos desapareció. Heejin se puso de pie tan pronto obtuvo su libertad.

- Pensamos que sería más divertido si las tenemos juntas - sonrió - Tu amiguita ya sabe lo que les espera si no se portan bien ¿No es así? - automáticamente Hyunjin la miró, Heejin estaba en silencio y con la vista abajo.

- Es una gran guardaespaldas. Lástima que su vida no vale tanto como la tuya.

- Antes de hacer algo, piensa en las consecuencias - el más alto de los hombres, amenazó a la azabache - Tu linda compañera aceptó recibir los castigos por ti - entre risas ambos hombres salieron.

Los ojos de la castaña evadieron los de Hyunjin cuando finalmente estuvieron a solas - Heejin - la tomó del rostro - Heejin ¿Qué te hicieron?

El ataque a la familia ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora