Capítulo 58

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Hyunjin abrió los ojos de golpe.

Todo en esa casa estaba raro.

Ninguna de sus hermanas alzaba la vista, al igual que su padre y su mujer.

Youngjae se rompía la cabeza intentando descubrir quien demonios estaba jugando una broma, pero los resultados del laboratorio concluían que las huellas del hombre estaban por todo el lugar.

Haseul, que constantemente estaba en búsqueda de la atención de su marido, ahora lo evitaba por completo. Sintiendo un asqueroso terror con solo sentirlo cerca.

Hyeju evitaba mirar las fotos de Chaewon, tenía temor de que alguien vigilara su celular y la encontrara, así que se conformaba con imaginar su rostro antes de dormir, e intentar recordar su aroma que cada día desaparecía de su conciencia. Su hombro por fortuna, estaba sanando, al igual que las heridas de bala de Jungeun, quien a diario se despertaba con un humor peor que la noche anterior y con una Jinsol que pagaba los platos rotos de cada maldito error. Ya ni siquiera tenía orgullo, lo perdió cuando fue a visitar a Hyeju después del atentado y le hizo conocer de una manera no muy sutil que era una ramera y estaba al tanto de su asquerosa aventura.

Yerim cumplió su trato y tomó parte de sus ahorros para sellar los labios de Sooyoung, mientras que la más alta aseguró que su secreto estaba en buenas manos, pero eso no podía ser más falso, pues cualquier relación que había entre mas dos, estaba más que lastimada. Sooyoung, la fiel y trabajadora Ha Sooyoung no era más que una perra interesada.

Para alegría de Yerim, y a pesar de no conocer ni interesarse el motivo del soborno, tan pronto Sooyoung tuvo el dinero y le comentó a su esposa que lo había conseguido y que estaban listas para repetir el tratamiento, Jiwoo la mandó la carajo, acusándola de robo y repitiendole que no se sometería una vez más a la inseminación. Así que la integridad de Sooyoung y su dignidad también se habían perdido.

Finalmente la pequeña Yeojin soñaba noche tras noche con el hombre del autobús, y la forma tan atroz que murió. Cuando abría los ojos, buscaba cada oportunidad para disculparse con su mamá, pero Haseul ya tenía suficientes problemas y diambulaba por los pasillos sin estar consciente de que lo hacía.

Todos estaban volviéndose más locos, si acaso eso era posible.

El nivel de tortura emocional y el terror cada vez que inhalaban el mismo aire era más intenso. Y lo que un extraño comenzó, los integrantes de la mansión continuaron, siendo responsables de la mayoría de sus actos.

Hyunjin abrió los ojos de golpe.

Se sentó rápidamente en la cama, mirando por la ventana la oscuridad de la noche.

Sus ojos cayeron en el calendario sobre la mesita de noche. Casi un mes de su aparición, y los días parecían cada vez más largos.

Sintió movimiento debajo de ella, debajo de la cama y supo que era el momento.

Tomó el calendario y con cuidado encerró una fecha.

- El próximo jueves - susurró.

Se metió de nuevo en la cama y un golpe extraño en su estómago la hizo sentarse nuevamente.

¿Debería pedir apoyo? ¿Solicitar una escolta? ¿O solo se fugaría como tenía planeado?

Hizo una promesa y te la que cumplirla.

Para su fortuna o desgracia, el próximo jueves, era mañana.

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- Gracias por aceptar verme - entró corriendo a la casa de su amiga.

- Tranquila - tomó su mano al sentarse junto a ella en el sillón, pero aunque sentí el calor en su torso, la pierna de Haseul bailaba de arriba hacia abajo - ¿Qué sucedió?

El ataque a la familia ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora