- Deben ser las siete de la mañana allá, ¿Acaso tú no duermes?- No. Ya deberías saberlo.
- Sé que te robó el sueño y lo primero que piensas al despertar es en mí.
- Me declaro culpable - alzó las manos aunque no podía verla.
- ¿A qué debo tu llamada? Aquí también es bastante temprano.
- Hoy es tu primer día en el posgrado ¿No es así?
- ¿Cómo lo sabes? No recuerdo haberlo mencionado.
- Solo lo sé.
- Agh, no necesito tener a un acosadora a kilómetros de distancia - la palabra kilometros le provocó un hueco en el estómago, sin embargo sonrió. La distancia era corta comparada al gigantesco amor que le tenía.
- Ni siquiera trates de preguntar cómo lo averigüe. Resulta que cuando algo me interesa necesito saberlo todo.
- Ya veo, te interesa mantenerme lejos
Rio - Chaewon, mierda ¿Cómo eras tan malditamente estúpida?
- Es más estúpido quererme como novia.
- Eso amerita cadena perpetua. También soy culpable de ese delito.
La rubia guardó silencio al escuchar las palabras que su novia había utilizado. Aunque le había suplicado que se alejara de ella, las llamadas telefónicas comenzaban a ser una rutina. Chaewon no podía estar más contenta por aquella decisión, adoraba ver el rostro de su novia, incluso sospechaba que estaba más guapa que la última vez que la vio. Aún así, tres de cada cinco llamadas era de Hyeju llorando de miedo, confesando sus temores y compartiendo sus pesadillas. La azabache estaba comenzando una nueva faceta de su vida, y aunque dudaba ser capaz de contarle todo en persona, el que estuviera lejos de ella le ayudaba a no tener tanta pena. Hyeju estaba cambiando, finalmente había descubierto que ser humana también significa sufrir, equivocarse y aprender, y aunque existían días grises, Chaewon la motivaba a ser mejor, ella quería ser la novia que su chica merecía y cuando se encontraran nuevamente, ser su mejor versión.
- ¿Cómo dormiste? ¿Alguna pesadilla?
- Me gustaría decir que no... pero eso no importa ahora - confesó con pena - Tienes razón, eres lo primero que pienso cuando abro los ojos. En realidad me desperté más temprano, pero no quería hablarte hasta que fuera una hora decente, además sé que si aún no desayunas, tu humor es una mierda.
- Chica lista, mi estómago está satisfecho ya - Hyeju observó su sonrisa, con aquel ligero estirón hacia arriba y el cierre en uno de sus ojos. Preciosa, pensó.
- Me alegra escuchar eso - sonrió también, sumergiéndose en un breve silencio - Si... escucha, solo quería ya sabes, desearte suerte y todas esas mierdas.
- Espero conseguir amigos está vez - bromeó, ayudando a su novia a no entrar en una crisis nerviosa por no saber como expresarse.
- Concéntrate en estudiar - regañó con una sonrisa.
- Tomaré eso como un ataque de celos - Hyeju rio más fuerte de lo que imaginaba ante su comentario, pues en realidad deseaba que fueran amables con ella.
- Te vigilare aunque esté lejos, deberías pensar dos veces antes de ir a una tienda en la madrugada en busca de alcohol. Los cajeros tienen una fascinación por ti - recordó su primera noche juntas y el primer intento de la rubia por embriagarse.
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El ataque a la familia Choi
DiversosCuando Choi Youngjae padre de las trillizas, decide casarse con su secretaria Cho Haseul una serie de eventos desafortunados atormentarán a la familia. Multiship(: NOTA: Esta historia contiene temas delicados, se recomienda discreción. *La historia...