El ataque a la familia Choi

Capítulo 18

Yeojin bajó corriendo en busca de su madre, lastimosamente no logró encontrarla.

Los gritos no paraban.

Velozmente supo identificarlos; se trataba de Hyunjin.

Cuando Yeojin llegó hasta la caótica reunión, su cuerpo chocó contra los de otras tres personas, Jungeun, Yerim y Hyunjin en brazos de ésta última.

Heejin junto a Sooyoung intentaban alejar a las hermanas, pero la escena era imposible de ocultar.

Alzó la mirada y entonces la vió.

Yeojin llevó ambas manos a la boca cuando localizó en el otro extremo de la cocina, estaba la cabeza de la empleada.

Las lágrimas comenzaron a brotar y el pecho le ardió.

- ¿Qué está pasando aquí? - el patriarca se acercó de la mano de su esposa. Yeojin abrazó a su madre con intensidad, alejando su vista del atroz crimen.

La respiración de Youngjae se aceleró. Caminó unos pasos y bajó la mirada con miedo cuando encontró la parte faltante del cuerpo tirada a unos pasos.

- La policía ya está aquí señor. Están revisando el perímetro - explicó Sooyoung.

La barbilla del hombre tembló. Miró a sus hijas, Yerim lloraba en silencio con la vista hacia el techo mientras retenía a Hyunjin quien gritaba sin cesar.

- Mierda, los gritos se escuchan hasta mi habitación - llegó Hyeju, y tan pronto vio el cuerpo, vomitó. Vivi se encontraba también acercándose a la mientras abrochaba su bata. Tapó su boca para lo gritar y miró a Haseul, en búsqueda de una explicación.

- Todos afuera - un par de oficiales entraron finalmente - Usted señor Choi, por favor quédese.

El hombre no dijo nada, paralizado ante la escena.

El resto de la familia se reunió en la oficina del patriarca y el conjunto de corazones golpeaban las cuatro paredes pintadas de blanco.

- Deberías aterrizar los pies en el suelo, y saber dónde está tu cabeza - Yeojin su recordó la última conversación con ella, desarrollando un horripilante sabor agridulce en cada palabra clavada en su mente.

Qué ironía, murió sin saber dónde terminaría una parte de su cuerpo ¿Quién era la que no sabía dónde estaba su cabeza ahora?

Por supuesto que la mujer no le agradaba, pero mierda, era humana y sentía una enorme tristeza por su muerte.

Aún sin, de todos los presentes en aquella habitación, Hyunjin era sin duda la más afectada.

Al encender la luz de la cocina vio algo gotear en el mostrador. Rojo. Sangre.

Alzó el rostro y cayó desplomada en el suelo al encontrarse con el cuerpo decapitado colgando sobre la repisa. Soltó un enorme grito y en cuestión de segundos Heejin llegó a su rescate.

- ¿Señorita..? - no terminó al presenciar la escena. Rápidamente llamó a sus compañeros y avisó a las autoridades. Pero no importaba que tan rápido llegaran, el crimen ya se había hecho y el trauma ya ocupaba celosamente un lugar en la consciencia de su protegida.

Atormentada, Hyunjin giró la mirada para apartar sangrienta vista de sus ojos, pero justo a su lado, a unos centímetros de su rostro, estaba la pieza faltante.

Entró en pánico y comenzó a gritar sin parar. Tenía la lengua de fuera y los ojos abiertos enormemente mirando hacia arriba.

Podía cerrar los ojos con fuerza, pero esa imagen jamás saldría de su cabeza.